Cuatro mujeres, entre ellas la funcionaria de un Registro Civil, fueron procesadas por la Justicia de Santiago del Estero por fraguar un casamiento con un hombre ya fallecido, para que una de las imputadas cobrara la pensión, perjudicando a la legítima esposa. La investigación comenzó en 2005 a partir de la denuncia formulada por Reina Isabel Sayago, la verdadera cónyuge del policía retirado, ya fallecido, Luis Orlando Avila. El conflicto se suscitó cuando la mujer inició los trámites para cobrar la pensión en su favor y de su hijo menor de edad. La mujer descubrió que la gestión había sido iniciada antes por una mujer que se había presentado como la legítima viuda. Esa mujer había mostrado una documentación que supuestamente acreditaba que se había casado con Avila el 17 de septiembre de 2005, cuatro días antes de la muerte del ex policía. Luego de una larga serie de pericias y trámites, se comprobó que la firma del hombre había sido falsificada. El juez Miguel Angel Moreno procesó a Blanca Azucena Cura, la falsa esposa, por supresión de estado civil y falsificación de instrumento público. La mujer es amiga de la encargada del Registro Civil del paraje San Benito, Eusebia Etelvina Paz, que también quedó bajo proceso. Las otras imputadas son Teresita Noemí Ledesma, hija de Paz, y María Rosa Díaz, quienes intervinieron como testigos de una ceremonia que nunca existió.