Antes de renunciar, Rafael Magnasco se presentó ayer ante la fiscalía de Río Cuarto a raíz de los rumores que circulaban en el Villa Golf sobre una supuesta relación amorosa que mantenía con Nora Dalmasso. Magnasco se ofreció a sacarse sangre y, teniendo en cuenta el Código Procesal cordobés, los fiscales Javier Di Santo y Fernando Moine le hicieron una imputación leve, sin prisión, para que las cosas se hagan con todas las garantías. Eso le permite a Magnasco designar abogado y perito de parte para que trabaje en la comparación de su ADN con los del semen encontrado en el cuerpo.

La existencia de la relación figura en el expediente. Algún testigo dijo que circulaba ese rumor. Como Magnasco es funcionario, su nombre circuló como posible sospechoso. “No mantuve ninguna relación con esa señora. Ni la conocía. Esto es un drama para la familia Dalmasso, pero también se convirtió en un drama para mi familia y mis hijos. Acá hubo una mente siniestra que me involucró”, le dijo al programa radial El Exprimidor.

Su presentación deja casi en cero las posibilidades de que esté vinculado al crimen. Un hombre del área de Seguridad no se expondría a la prueba de ADN sabiendo que le daría positivo.