Para Gabriel Conte, miembro fundador de la Coalición Latinoamericana para la Prevención de la Violencia Armada (Clave) y de la Red Argentina para el Desarme, la ley aprobada en Estados Unidos es una iniciativa “importante”. Según explicó a Página/12, en los supermercados norteamericanos “se regalan armas si uno gasta determinado monto”, y existen en Estados Unidos “el triple” de armerías que de locales de hamburguesas. “En Estados Unidos hay una venta muy liberada a nivel cultural –continuó Conte–, porque hay muchas ONG que defienden el derecho a tener armas y el lobby, sobre todo político, es muy fuerte. Como libertad individual, el acceso a las armas se contradice con la cantidad de muertos que dejan, de heridos que no pueden trabajar, de familias que se rompen porque el líder muere. Y sobre todo, se confirma en las masacres, cada vez más comunes.”

El Foro Parlamentario de Desarme informó que 200 personas murieron en masacres en centros educativos estadounidenses desde 1993 y que existe “más de un arma fabricada” por cada habitante de ese país.