Normalmente, los invitados VIP son recibidos en la biblioteca del papa en el Palacio Apostólico, y allí fue donde Bush mantuvo su primer encuentro con Benedicto XVI, en junio de 2007.

Pero en un aparente gesto de retribución por la bienvenida que Bush dio al Papa en Washington en abril, Benedicto recibió al presidente y a la primera dama Laura Bush cerca de la Torre de San Juan en los frondosos Jardines Vaticanos.

La caravana presidencial atravesó el centro de Roma, con gente que se asomaba por los balcones y otras que salían de los negocios para mirar. La limusina de Bush ingresó en la Plaza de San Pedro y continuó su marcha hasta la Torre de San Juan.

En un breve recorrido, Benedicto XVI y Bush miraron hacia abajo desde un balcón de la torre. "Es fantástico estar aquí arriba. Muchas gracias por mostrarme esto", dijo Bush, citado por la cadena de noticias CNN.

La vocera de la Casa Blanca Dana Perino dijo que ambos líderes tenían previsto discutir de asuntos como los derechos humanos, el HIV/SIDA en Africa y la pobreza en el mundo. Al final de su encuentro privado, ambos líderes posaron para los fotógrafos e intercambiaron presentes.

Bush y Benedicto comparten muchas visiones en distintos temas, como la oposición al aborto, al matrimonio homosexual y a la investigación con células madre. Pero discrepan en otros, como la guerra en Irak, la pena de muerte y el embargo contra Cuba.

Tras su visita al Vaticano, Bush tenía previsto volar a París y dar un discurso donde destacará la mejoría de las relaciones entre su país y Europa, que se fracturaron por la guerra en Irak.

Las actividades forman parte de la última gira de Bush por Europa antes de dejar su cargo, a fin de año. El mandatario ya estuvo en Eslovenia y Alemania y planea también visitar Londres tras su paso por París.