La reunión comenzó alrededor de las 10 locales (las 11 en la Argentina) en la Casa Campestre, en Cochabamba, donde el presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera conversaban este mediodía con los prefectos (gobernadores) o delegados de las prefecturas de los nueve departamentos (provincias) del país, en presencia de observadores locales e internacionales.

El encuentro transcurría a puertas cerradas y sólo se había permitido que los periodistas ingresaran unos minutos antes del comienzo de las deliberaciones, para tomar fotografías, según reportó la agencia noticiosa estatal boliviana ABI.

El prefecto de Tarija, el opositor Mario Cossío, manifestó su confianza en que el gobierno central sea flexible para la discusión sobre los dos temas centrales en discusión: el reconocimiento de las autonomías regionales y la distribución de los fondos generados por el Impuesto Directo sobre los Hidrocarburos (IDH).

En tanto, el prefecto de Oruro, Alberto Aguilar, defendió la urgencia del gobierno nacional para llamar a un referendo en el que se someta a sanción o rechazo por parte de la ciudadanía el proyecto de reforma constitucional que impulsa el oficialismo y que la Asamblea Constituyente aprobó en diciembre pasado.

Morales dijo ayer que esperaba poder suscribir hoy un acuerdo que permita destrabar la convocatoria a ese referendo, pero los prefectos opositores anunciaron que no firmarán ningún instrumento si persiste la negativa de las autoridades nacionales a analizar a fondo las diferencias sobre el texto de la reforma, recordó la agencia noticiosa italiana ANSA.