Zelaya llegó ayer a Cuba, acompñado de su hija Xiomara Hortensia, en una visita de un solo día y dentro de la gira que realiza por varios países de la región que ya ha incluido Venezuela, Ecuador y Nicaragua, donde ha presentado su propuesta de "plan para la reconciliación" de Honduras.

Afirmó que tiene planificados otros viajes a países de América Central con el fin de "buscar mecanismos para la restitución de Honduras", recabar el consenso de la comunidad internacional y que se "vuelva a incorporar una agenda sobre el respeto a los derechos humanos".

En su estancia en Cuba, que no ha sido anunciada previamente, Zelaya también tiene previsto reunirse con el canciller Bruno Rodríguez y con "otras personalidades" de la isla, además de con su presidente.

Sobre su situación, comentó que "personalmente el exilio y el destierro va a ser siempre un momento difícil" y un "desarraigo muy duro" para él y su familia, que ha quedado separada.

También recordó las órdenes de captura que pesan sobre él en su país "simplemente por ser un demócrata", mientras que "los que dieron el golpe de Estado viajan libremente, tienen todas las garantías, han sido premiados y hoy viven en Honduras con posiciones en el Estado".

Manuel Zelaya reside en la República Dominicana, donde llegó el 27 de enero pasado, cuando asumió el poder Porfirio Lobo, tras un encierro de más de cuatro meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Zelaya fue derrocado el 28 de junio de 2009 y en noviembre de ese año Porfirio Lobo ganó las elecciones presidenciales, convocadas desde antes del golpe de Estado pero sus resultados no son reconocidos por varios países latinoamericanos y de otrasá?reas porque consideran que los comicios se celebraron en medio de una ruptura del orden constitucional.

El ex presidente hondureño visitó ya Cuba en marzo de 2009 cuando participó en un encuentro internacional de economistas y se reunió con el presidente Raúl Castro y con su hermano y antecesor Fidel.