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"Mientras yo sea Presidenta, la Argentina no reconocerá ningún gobierno que no surja de la voluntad popular en elecciones libres y sin proscripciones", advirtió la jefa de Estado en el acto de inauguración de creación de la Universidad Nacional de José C. Paz.

Al recordar las críticas que recibió por su apoyo en aquel momento al gobierno hondureño depuesto, Fernández de Kirchner dijo que la Argentina "tiene en su ADN una historia de golpes y de violaciones a la voluntad popular, por lo que no podíamos permitir que se produjera una sola más".

"Honduras estaba lejos, pero ahora los tiros sonaron cerca en el vecindario, y por eso no dude un instante en llamar a los presidentes y autoconvocarnos aquí para apoyar el proceso democrático en Ecuador", remarcó Cristina, sobre la convocatoria de los mandatarios del Unasur que se reunieron esta madrugada en Buenos Aires.

En ese marco, señaló que si bien episodios como el de Honduras o éste "más grotesco" en Ecuador "son impensables en la Argentina por su historia de tragedia", hay "sutiles formas de desestabilización, de golpear a los gobiernos constitucionales que, además de serlo, defienden los intereses del pueblo". Cristina dio como ejemplo "el mentir, engañar, descalificar, tergiversar, tratar que nos enfrentemos entre los argentinos".

CFK advirtió que hay sectores que "han intentado golpear una y mil veces" a gobiernos populares de América Latina, pero que "no lo lograrán". Sobre su gestión, la Presidenta afirmó que quienes la critican lo hacen por sus "mejores aciertos" y no por sus errores.

"Hemos dado vuelta el país. Estábamos condenados al endeudamiento permanente, se enriquecían los que negociaban la deuda. Hoy tenemos la relación más baja de nuestra historia entre deuda y Producto Bruto Interno", dijo la mandataria. Agregó que "Argentina lo hizo, aún cuando se desarrollaba en el mundo la peor crisis financiera internacional desde 1939".