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El nuevo detenido fue identificado por la policía como Juan Carlos Caviglia (64), dueño del Hotel Ambar. Según los pesquisas, este hombre mantenía contactos directos con Héctor Esteban Marín y con Roberto Sudemer Pesca Hernández, detenidos acusados de liderar la banda que concretó el robo al banco.

Se cree que Caviglia era quien actuaba como una especie de "testaferro" y que "lavaba" el dinero y las joyas que robaba la banda en los distintos hechos delictivos.

Luego, los investigadores se dirigieron a un templo de un culto africano del lujoso barrio de Villa del Lago, en la misma localidad serrana, en la calle Malet y Sand. En ese templo, los policías buscaban dinero, joyas y cualquier otro elemento de importancia para la causa.

Además de Hernández y Marín, entre el lunes y martes, fueron detenidas Dora Haydeé Puleño, Nélida Delia López, Raquel Nair Puñales Riera, esposa de Marín; y el hijo de ambos, Gastón Maximiliano Marín. Ayer, quedó firme la imputación por asociación ilícita y robo, y los detenidos se negaron a declarar ante la Justicia.

Entonces, las defensas de los detenidos pidieron la excarcelación, que hoy fue denegada por el fiscal Martín Niklison, y posteriormente ratificada por la jueza de instrucción María Gabriela Lanz, quien consideró que de ser liberados podrían entorpecer la investigación.

En tanto, la magistrada sospecha que las tres mujeres detenidas fueron quienes se ocuparon y se distribuyeron los roles para concretar el alquiler del local de la avenida Cabildo 1979, a 30 metros del banco, desde el cual se realizó el túnel. El hijo de Marín está acusado de integrar la asociación ilícita y de ser miembro de una de las sociedades familiares.

Las órdenes de allanamiento cursadas por Lanz tenían como objeto “el secuestro de dinero en efectivo, divisas extranjeras, joyas, alhajas, documentación escrituras, cheques, documentos de identidad de cualquier tipo, aparatos de telefonía celular, soportes magnéticos CPU, laptops, herramientas, pelucas, maquillajes y prendas de vestir”.

De estos elementos, los policías encontraron solo unos 3800 dólares, documentación sobre transferencias bancarias, algunos teléfonos celulares y herramientas.

Por otro lado, los investigadores determinaron que desde julio de 2010, cuando fue alquilado el local lindero al Banco Provincia, ingresaron en distintos momentos entre diez y doce personas.

A esa información se llegó a partir del análisis de cerca de mil horas de filmaciones obtenidas de las cámaras de seguridad de la pizzería Pompei y del Banco Patagonia, ubicados en la misma cuadra que la entidad bancaria.

La jueza Lanz solicitó a otro banco las imágenes de sus cámaras para determinar si se puede reconocer a más personas. Algunos de los ladrones que aparecen en los videos son los detenidos, mientras que se está trabajando en la identificación del resto de las personas que aparecen en las filmaciones con la comparación de imágenes que posee la Policía Federal.

Por otra parte, se investiga un "entramado de empresas y cuentas bancarias en Estados Unidos y probablemente también en Uruguay" vinculadas a las personas detenidas en la causa. La vinculaciones se buscan a partir del análisis de documentación secuestrada en los allanamientos en los que fueron detenidos los acusados.

Por la complejidad del hecho investigado, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, dispuso la creación de un grupo especial de elite de la Policía Federal que trabaja a las órdenes de la jueza Lanz.

El grupo está integrado por 12 agentes de la divisiones Robos y Hurtos, Defraudaciones y Estafa e Investigaciones Patrimoniales que elaboraron identikits y croquis y analizaron información y documentos.