Las maniobras se realizarán hasta el 26 de agosto con el despliegue de 56.000 militares surcoreanos y 30.000 norteamericanos, de los cuales 3000 proceden de otras bases y misiones estadounidenses en la región del Pacífico. El Combined Forces Command (CFC), comando interfuerzas Estados Unidos-Corea del Sur, dijo que en total habrá 530.000 militares involucrados, incluyendo hombres de Francia, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Tailandia, Noruega y Dinamarca del comando de la ONU en Corea del Sur. Los ejercicios simularán la aniquilación de las armas de destrucción masiva de Corea del Norte, con el objetivo de "reforzar las posiciones contra cualquier amenaza".

Pyongyang, a través de la agencia oficial KCNA, replicó que la península coreana, replicó afronta "la peor crisis de su historia. Una guerra total puede ser causada por cualquier incidente". Las operaciones buscan neutralizar "las estructuras de producción nuclear y de misiles del Norte", denunciaron los norcoreanos, y agregaron que "nuestro ejército y nuestra gente no se quedarán inertes frente a la movilización masiva de tropas de parte de los imperialistas norteamericanos, que amenazan nuestros derechos soberanos".

El gobierno norcoreano dispuso nuevas videocámaras de vigilancia y reforzó las barreras de alambre de púa en el límite septentrional con China, en un esfuerzo por frenar las fugas y las temidas influencias extranjeras. Las medidas, dispuestas por directivas del mandatario Kim Jong-il, abarcan las cercanías de las ciudades de Sinuiju (límite noroeste), Hyesan (noreste) y otras zonas sensibles.

La decisión, según la agencia surcoreana Yonhap, se dio tras el viaje de Kim a Sinuiju y otras zonas limítrofes en julio. Allí el gobernante expresó duras críticas por las "evidentes influencias del capitalismo" en la zona, comenzando por el "desorden y vestimenta inapropiadas de los residentes". Sinuiju y las demás ciudades fronterizas están conectadas por rutas que garantizan el intercambio de Corea del Norte con China, su principal socio. Al mismo tiempo se consideran las vías de fuga más habituales para quienes quieren llegar a Corea del Sur.