El mandatario prometió su retorno diciéndole a sus seguidores: "Nos vemos pronto en Sanaá". También dijo que está dispuesto a transferir el poder a su vicepresidente, si la oposición repliega a los combatientes tribales armados de las calles y la oposición le pone freno a las multitudinarias manifestaciones en la calle.

Saleh, que reapareció por segunda vez desde que sufriera un ataque al palacio presidencial en Sanaá, la capital, adelantó que hará caso omiso a los consejos de Estados Unidos y sus vecinos sauditas que lo presionaron para que permanezca en Arabia Saudita a fin de evitar una guerra civil.