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El gobierno de Colombia afirmó que no está dispuesto a negociar sus políticas ni el "modelo de desarrollo" del país en el diálogo que retomará mañana con las FARC en busca de solucionar el prolongado conflicto armado.

Así lo expresó el ex vicepresidente Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del gobierno colombiano, minutos antes de subir al avión que lo llevaría a La Habana, donde mañana comenzará el debate entre las partes, luego de dos series de reuniones -una en Oslo y la otra en la capital cubana- para acordar las formalidades del diálogo.

"El gobierno y la guerrilla han dicho por separado algo en lo que coincidimos: a La Habana no llegamos a negociar concesiones de sociedad, no vamos a negociar el modelo de desarrollo de Colombia ni las políticas del gobierno; tampoco les estamos pidiendo a las FARC que abandonen sus ideas o que las negocien", sostuvo De la Calle.

"Esperamos, como también espera la mayoría de los colombianos, que muestren que ellos piensan que es el momento de la fuerza de las ideas y no de la fuerza de las balas, y menos de la combinación de ambas" porque "ôes el momento de definiciones, no de discursos", señaló.

"Confiamos en que las FARC le digan a Colombia si están dispuestas también a llegar a acuerdos concretos y realistas para hacer política legal sin armas", agregó De la Calle en las declaraciones que formuló en la base de la Fuerza Aérea en Bogotá.

Los negociadores llegan a la reunión con la satisfacción de haber superado con éxito la primera etapa del diálogo, puesta en marcha el 18 de octubre último en Oslo, Noruega, Al mismo tiempo, desde entonces la violencia no se detuvo (las FARC propusieron un cese del fuego que el gobierno rechazó) y causó varias decenas de muertes en ambas partes.

Las conversaciones no incluyen al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país, que lanzó señales diversas de su disposición a incorporarse al diálogo. El presidente, Juan Manuel Santos, "marcó la cancha" al respecto y dijo el viernes pasado que el gobierno no descarta un futuro diálogo con el ELN, pero que en esta etapa todos los esfuerzos estarán dirigidos a las negociaciones con las FARC.

Las delegaciones de ambas partes intentarán, en la mesa de negociación establecida en La Habana, Cuba, pulir pacientemente las respectivas posiciones para alcanzar consensos en temas concretos y complicados como la cuestión rural -básicamente los cultivos ilegales y el acceso a la tierra-, la reparación de las víctimas y el ingreso de las FARC a la actividad política sin rendir cuentas ante la justicia por los delitos cometidos.