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Tras pedir las renuncias, Scioli llamó a la ciudadanía a "cuidar lo que hemos logrado" en la última década, "que ha traído tantos avances en lo social, en lo económico y en lo productivo", y volvió a pedir los votos necesarios para que "podamos tener mayor acompañamiento y apoyo, para ir complementando la agenda de trabajo que nos hemos propuesto".

Además, el gobernador destacó la mesa de diálogo encabezada por Cristina el miércoles pasado en Río Gallegos porque sirve para "ver cómo seguimos avanzando, progresando y corregir lo que haga falta, pero manteniendo estos lineamientos estratégicos que son los que han dado resultados al país".

El senador bonaerense y dirigente de la agrupación La Juan Domingo, "Cacho" Álvarez, mientras tanto, marcó sus diferencias y confesó que la decisión de saltar a las filas del massimo la tomó tras una reunión con "el gobernador y con el jefe de Gabinete (Alberto Pérez), cuando les comenté que no podía acompañar la posición de hacer campaña para el kirchnerismo". "Le expliqué a Scioli -agregó- que no comparto su postura en este momento de trabajar para el kirchnerismo, porque después de octubre los (Amado) Boudou, los (Carlos) Kunkel y los (Julián) Domínguez lo volverán a golpear".

Álvarez aclaró que no cree que el sciolismo y el massismo "sean incompatibles" en un futuro y señaló: "Son todos compañeros peronistas, supongo que en algún momento el peronismo volverá a estar unido, cada uno tiene sus características y mérito".

El massismo se impuso en las tres localidades de los hombres sciolistas que decidieron saltar de bando. En la localidad de Avellaneda, donde Álvarez fue intendente, el Frente Renovador se impuso al Frente para la Victoria por 35,6 por ciento a 30,9 por ciento. En Olavarría, la victoria del massismo fue de 41,5 por ciento sobre el 21,7 por ciento del candidato oficialista, mientras que en General Alvarado, partido donde Miramar es ciudad cabecera, Massa obtuvo 36,8 por ciento de los votos y el Frente Progresista quedó en segundo lugar con 20 por ciento.