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En enero 2012, el expolicía persiguió a Camafreitas por encontrarlo "sospechoso", cuando lo alcanzó, le apoyó su arma reglamentaria sobre la nuca y disparó. El tribunal calificó el hecho como "una grave violación estatal a los derechos humanos" y lo condenó a prisión perpetua, con inhabilitación para ejercer cargos públicos y para portar armas.

Según informó Correpi, el presidente del Tribunal explicó que habían decidido ordenar la inmediata detención del condenado, aun cuando la defensa planteara recurso de casación, porque se constató la complicidad de otros policías de la comisaría 8ª durante la investigación y podían repetir el accionar para ayudar en su fuga.

"Los jueces ordenaron informar de inmediato su decisión a las policías Federal y Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y Migraciones, y a la Municipalidad de La Matanza, donde Naredo trabajaba. Pero ya le habían dado permiso para irse a su casa, y ahora no lo pueden encontrar", denunció Correpi.

El documento de la organización precisa que el viernes mandaron un gendarme a tocar timbre en la casa de Naredo, pero no se encontraba allí. "Fue a pasar el fin de semana en la casa de la novia en Lanús", dijo su madre, sin dar el nombre ni el domicilio de la chica. También lo fueron a buscar en su trabajo en la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad de La Matanza. No fue a trabajar el viernes, ni el lunes y martes.

Hace tres meses, CORREPI denunció que otro policía federal de la Comisaría 8ª se había escapado el día de su condena, igual que Naredo.