Ambas medidas habían sido anunciadas por el presidente francés François Hollande en un discurso pronunciado tres días después de los atentados del 13 de noviembre en París, que causaron la muerte de 130 personas. "En honor de la verdad, hay que repetir que la amenaza no ha sido nunca tan alta, (...) debemos hacer frente a una guerra, una guerra contra el terrorismo, contra el jihadismo, contra el islamismo radical", dijo el primer ministro francés, Manuel Valls, durante una conferencia de prensa.

La privación de la nacionalidad existía en Francia pero únicamente para los binacionales (3,5 millones en todo el país) que adquirieron la nacionalidad francesa a lo largo de su vida. Su extensión a los binacionales nacidos en Francia fue reclamado por la oposición de derechas y extrema derecha. Un tema controvertido, en particular para la izquierda.

El "estado de emergencia" permite a los prefectos y representantes del Estado autorizar registros, repartos de residencia y disolución de asociaciones sin permiso de la autoridad judicial, bajo la simple sospecha de amenazas a la seguridad pública.