El paro, que comenzó ayer al mediodía, obligó a cientos de miles de porteños y vecinos del conurbano a utilizar transportes alternativos para llegar a sus puestos de trabajo en el macro y microcentro capitalino, que fueron invadidos por una inusual cantidad de automóviles, mientras colectivos y taxis no daban abasto.

La empresa concesionaria del servicio, Metrovías, intentó hoy poner en marcha dos formaciones en las líneas A y C, conducidos por "personal jerárquico y de base", pero los trabajadores, que reclaman que los empleados de una empresa tercerizada sean incorporados al convenio laboral de la UTA, volvieron a bajar a las vías e impidieron la salida de los coches.

En las cabeceras de cada línea había un operativo de control de policías y guardias de infantería, que no intervinieron y sólo se mantenían en actitud de vigilancia.

Desde el Gobierno, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, calificó de "inconsistente" y "desconsiderado" el paro en apoyo a los trabajadores tercerizados, al sostener que ya está en marcha "un procedimiento para cumplir lo que ellos han planteado".

En ese orden, la viceministra Noemí Rial calificó como "una locura" a la protesta, y advirtió que los empleados podrían ser "sancionados" por Metrovías porque no están cumpliendo con "una medida de fuerza institucionalizada".

Desde la otra vereda, el delegado gremial de la línea C de subtes, Néstor Segovia, responsabilizó a Metrovías y a la cartera laboral por el conflicto, y negó que los trabajadores de la tercerizada Compañía Metropolitana de Seguridad (CMS) estén en el mismo nivel de privilegio que los otros empleados de la compañía, al asegurar que "trabajan 18 horas por día y ganan 800 pesos mensuales".

Otro de los delegados, Carlos Pérez, repudió la fuerte presencia policial en las cabeceras de las cinco líneas, al señalar que "esta actitud represiva se enmarca en las mentiras del ministro

Tomada y la viceministra, que le están diciendo a la gente que no hay trabajadores en negro mientras que acá hay compañeros que trabajan 12 y 14 horas, cobran 500 pesos y no se les respeta el acuerdo".

Mientras la cúpula de la UTA, con su secretario Juan Manuel Palacios, buscaba soluciones al conflicto con funcionarios del ministerio de Trabajo, un vocero de Metrovías indicó a esta agencia que la empresa concesionaria no había sido convocada a ninguna reunión para hoy.

Los sindicalistas ratificaron que el servicio permanecerá paralizado hasta que sus compañeros de la CMS no sean incorporados al convenio de la UTA, y, como ayer, montaron piquetes en las vías para impedir la salida de formaciones para cubrir un cronograma de emergencia.

Según Tomada, los trabajadores "están forzando un proceso que no tiene por qué ser forzado", y aseveró que la problemática "está fuera del ámbito del Ministerio".

Metrovías indicó que el conflicto que mantiene paralizado el servicio "va a durar" hasta que los trabajadores que obstruyen los túneles "recapaciten y se corran de las vías".

El vocero de la compañía, Juan Ordóñez, señaló que los empleados de CMS "están extorsionando a un millón de pasajeros, además de Metrovías".

Según Metrovías, "el reencuadramiento sindical solicitado se resuelve por vía administrativa a través del Comité Central Confederal de la CGT".

Metrovías explicó en que el 28 de diciembre pasado, cuando se firmó un acta acuerdo con la UTA en el ámbito del Ministerio de Trabajo, se estableció, entre otros ítems, que el reencuadramiento sindical solicitado por personal de CMS -empresa contratada para brindar el servicio de seguridad- se resuelve por vía administrativa a través del Comité Central Confederal de la CGT.

Fuente: DYN