Castro arribó minutos después de las 20, tal como lo había confirmado un rato antes su amigo y colega venezolano, Hugo Chávez. La presencia de Castro no es casual, y tiene que ver con el punto de inflexión que significa esta cumbre para el bloque regional, a partir del ingreso de Venezuela al Mercosur.

Sin embargo, Castro no sólo participará como "invitado especial" a la cumbre, sino que de seguro asistirá al acto que corrientes kirchneristas y de izquierda organizan para mañana a la tarde. Allí, compartirá el escenario con Chávez y con el presidente de Bolivia, Evo Morales.

El Mercosur firmará el viernes con Cuba un acuerdo que permitirá profundizar las preferencias comerciales que ya tienen los signatarios del convenio.

La Argentina tiene firmado con la isla caribeña un Acuerdo de Complementación Económica (ACE) Nro 45 en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y lo propio han hecho Brasil, Uruguay y Paraguay.

El nuevo acuerdo consiste en igualar las condiciones de acceso a los mercados de todos los socios, utilizando la mejor desgravación arancelaria otorgada.

Según estimaciones de la Cancillería, se pasarían de unas 1.300 posiciones arancelarias a 2.700 posiciones que pasarían a tener arancel cero en lo inmediato.

El hermetismo que rodea los viajes del líder de la revolución cubana se mantenía en torno a otras eventuales actividades, como una posible visita a la casa donde vivió Ernesto Che Guevara, en la ciudad serrana de Alta Gracia, a unos 40 kilómetros de la capital provincial, en tiempos de sosiego destinado a su lucha contra el asma.

Tampoco estaba confirmado su alojamiento en el hotel Holliday Inn, donde pernoctarán los siete jefes de Estados que participarán de la cumbre.

Será la segunda vez que Castro visite el país durante la gestión del presidente Néstor Kirchner.

La primera fue en oportunidad de la asunción de Kirchner, el 25 de mayo de 2003.

En aquella ocasión, el gobierno le brindó una calurosa estadía que incluyó una visita del comandante a la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en cuyas escalinatas Castro habló frente a una multitud que se dio cita espontáneamente.

Fuente: DYN