El presidente Néstor Kirchner participó de las intensas reuniones que se celebraron durante la mañana en la Casa Rosada para evitar que la paralización de las actividades de Neuquén y otras provincias petroleras pueda provocar inconvenientes de desabastecimiento de combustibles.

A las 5 de la mañana, en la Casa Rosada, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y su colega de Planificación Federal, Julio De Vido, comenzaron un encuentro para analizar la cuestión y poco antes de las 7 se sumó el titular de la cartera política, Carlos Tomada, que luego dictó la conciliación obligatoria.

Esa medida ya había sida anticipada a las 6 por el propio Tomada al titular del Sindicato de Petroleros, Guillermo Pereyra.

Tras más de tres horas de deliberaciones, los tres ministros subieron al primer piso donde está el despacho del presidente Néstor Kirchner para informar sobre el estado de situación y posteriormente el jefe de Estado convocó a su oficina a la jefe de la cartera económica, Felisa Miceli, con quien mantuvo un encuentro de cuarenta minutos a solas, según admitieron fuentes oficiales.

La cuestión que desató la huelga de los petroleros de Neuquén es el reclamo de la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias porque los trabajadores sostienen que por esa carga fiscal se les descuenta una gran porción de sus salarios.

Fue el mismo motivo que en principio de año desató una violenta protesta en la localidad santacruceña de Las Heras que terminó con la muerte del policia Jorge Sayago.

Mientras el Ministerio de Trabajo dictaba la conciliación obligatoria para que los trabajadores ponga fin a la medida de paralización de las actividades, Kirchner y Miceli analizaban en Casa Rosada posibles opciones para encontrar una solución posible al reclamo impositivo de los petroleros.

Se estudiaban varias posibilidades desde algún cambio del mínimo no imponible para el sector hasta mecanismo de compensación para evitar ese recorte impositivo del que se quejan los empleados del sector petrolero.

Hacia el mediodía, las negociaciones se trasladaron hacia el edificio de la cartera laboral, donde el ministro se disponía a mantener un encuentro con las autoridades del Sindicato de Petroleros en virtud de que había algunas filiales de algunas provincias que se resistían a acatar la conciliación obligatoria.

Fuente: DYN