Entre cenas y almuerzos, el centroizquierda con aspiraciones a competir en la ciudad se debate entre su cercanía o su alejamiento a la administración de Néstor Kirchner. La troika Aníbal Ibarra, Miguel Bonasso y Carlos Heller creó Diálogo por Buenos Aires, un nuevo agrupamiento político que se presenta como un espacio “autónomo y crítico” del gobierno nacional, pero “no opositor” respecto de la gestión, kirchnerista. Según pudo reconstruir Página/12, esto no colisionaría con el acuerdo previo que tiene el cooperativista Heller con el diputado CTA Claudio Lozano. De hecho, juntos están convocando a un encuentro para el 5 de diciembre al que fueron invitados filokirchneristas y representantes del ARI, titulado en este caso Movimiento por Buenos Aires. Y más allá de la distancia que tomen respecto de la Casa Rosada, todos coinciden en priorizar el armado de una “agenda común” por sobre las candidaturas.

Las intenciones de la troika convocante es lograr un espacio con una amplitud tal que pueda competir con la derecha en la Ciudad Autónoma y en tal sentido el arco imaginado va desde el ministro de Educación, Daniel Filmus, hasta la diputada del ARI, María América González. “Buscamos autonomía e independencia dentro del distrito, aunque en lo nacional tengamos más o menos cercanía a Kirchner”, definió ante Página/12 el ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra. Ibarra había sido el anfitrión de un encuentro previo, al que habían invitado al socialista Héctor Polino.

El lunes, durante una cena en un restaurante de Palermo, acordaron lanzar el nuevo espacio Ibarra, Bonasso, Juan Carlos Junio (en representación de Heller que estaba de viaje), junto al presidente del Frente Grande, Eduardo Sigal, al titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, y al dirigente socialista Raúl Puy. Este último, con la aclaración de que llevaría la propuesta a su partido. La iniciativa busca “aglutinar” a los sectores progresistas que “quedaron huérfanos y sin partido”, tras la debacle del Frepaso en el 2001, para “construir un polo de centroizquierda para el 2007 pero, fundamentalmente, para más allá de las elecciones”. También participaron de la cena Carlos Borro, Eduardo Epztein, Gustavo López, Mario Giglio y Daniel Rosso.

“Cada uno tiene su espacio cuando va a estos encuentros; todos vamos con algo en la mochila, por suerte”, comentó Ibarra respecto de la variedad de agrupaciones que se juntan en estas reuniones. En su entorno dieron como ejemplo la oposición de Bonasso a la reelección de Carlos Rovira y destacaron que se trata de “priorizar las coincidencias mirando a la ciudad, y luego en lo nacional cada uno tendrá su perfil”. Incluso aspiran a sumar al ministro Filmus porque “el espacio lo necesita”. Sin embargo, el ibarrismo residual puntualizó que la ausencia de Lozano en las dos comidas de este sector obedece a su cerrada oposición al kirchnerismo.

Por su parte, desde su Movimiento por Buenos Aires, Lozano ya convocó a un encuentro para armar una base programática con vistas a 2007, el 5 de diciembre, a movimientos sociales, como el kirchnerista Libres del Sur, y referentes políticos del ARI como María América González y Delia Bisutti, y al defensor porteño Gustavo Lesbegueris. La diputada González aclaró que su posicionamiento lo definirá después de conversar con Elisa Carrió.

Este sector se muestra más lejano al Gobierno y plantea una construcción que defina “prioridades” ciudadanas, para la cual comenzaron a relevar las preocupaciones de los porteños por barrios, con la colaboración de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y el Instituto de Estudios y Formación de la CTA. Respecto de Heller, el legislador CTA considera que sigue en pie un compromiso mutuo de trabajar en la ciudad nacido en el Encuentro Rosario. Al cierre de esta edición, Lozano participaba de una reunión con el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, pero aclaró que cualquier propuesta debía ser debatida en el encuentro del 5 de diciembre.