"El partido se integra a los movimientos sociales en las protestas contra Bush", afirmó Berzoini, en una nota publicada en la página del partido oficialista en internet, que fue reflejada por la agencia DPA.

Allí se sostiene que el PT, al que pertenece el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, no tiene que seguir las posiciones del gobierno.

"El gobierno tiene que mantener la relación de Estado a Estado. Pero el PT, como partido, tiene su opinión en forma hasta más contundente que la del gobierno y manifiesta siempre su descuerdo frente a la manera como Estados Unidos se porta en el escenario mundial, en las cuestiones políticas, comerciales, militares y ambientales", explicó Berzoini.

La página del PT en internet reproduce hoy ataques aún más duros a Bush, expresados por representantes de las facciones más izquierdistas del partido, como el ex presidente de la Central Unica de Trabajadores (CUT), Joao Felicio, quien afirma que "Bush Jr. representa la degeneración del Imperio y su cara más podrida".

Con el visto bueno de la dirección del partido, se espera una masiva adhesión de militantes del PT a las multitudinarias protestas convocadas por movimientos sociales para el jueves y viernes próximo, los días de la visita oficial de Bush a la mayor metrópolis sudamericana.

La consigna "Fuera, Bush", que aparece hoy en las paredes de las calles de San Pablo, convoca a la población local a las manifestaciones que, según los organizadores, reunirán a entre 20.000 y 30.000 personas.

La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) convocó para el jueves una marcha por la zona céntrica la ciudad, que coincidirá con la llegada de Bush a San Pablo, la primera escala de la gira latinoamericana que lo llevará además a Uruguay, Colombia, Guatemala y México.

"Habrá muñecos con la cara de Bush que serán golpeados por los manifestantes y carteles que identificarán a Bush como el (Adolf) Hitler del siglo XXI", afirmó el presidente de la UNE, Gustavo Petta, quien agregó que las protestas incluirán además un "baño de tinta roja", para "representar las muertes en Irak".

Pese a que las autoridades brasileñas adoptaron medidas para evitar que los manifestantes tengan contacto con Bush, la directora de relaciones internacionales de la UNE, Lucia Stumpf, afirmó que la entidad designó a un "comando de caza", con la misión de "seguir los pasos" del mandatario norteamericano.

"Queremos demostrar todo nuestro repudio al enemigo número uno de la humanidad", dijo la dirigente de la UNE, una de las 60 entidades que organizan las manifestaciones antiBush en Brasil.

El comisario federal Flavio Trivella, quien coordina el operativo de seguridad armado para la visita, aseguró sin embargo que los manifestantes saldrán frustrados y que el gobierno está preparado para proteger al presidente estadounidense de cualquier tipo de contacto -incluso visual- con sus detractores.

"Existe la previsión de varias manifestaciones y la policía, conjuntamente con el Ejército, está monitoreando y elaborando un plan para evitar que el presidente se entere de eso", afirmó.