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Maximiliano Moralez fue la gran figura de la cancha y del mundial, mientras que Agüero, con siete tantos fue el goleador del mundial.

En los primeros minutos del partido los argentinos salieron a buscar el gol con mucha decisión, con Maximiliano Moralez como abanderado del juego.

Pero el talentoso jugador de Racing no encontró la misma sintonía ni en Ever Banega, quien se mostró perdido en la cancha, ni en Mauro Zarate y Sergio Agüero.

De todos modos, en los primeros minutos el seleccionado de Hugo Tocalli fue profundo pero no pudo concretar todo lo que insinuó hasta casi la boca del arco mismo de los chechos.

Los europeos en el comienzo del partido se dedicaron a defender y a cortar el juego con muchas faltas, sin mostrar demasiada preocupación por atacar. Hasta que se dieron cuenta que la defensa rival estaba “endeble” y casi sin proponérselo estuvieron más cerca que los argentinos de abrir el marcador.

Así tuvo el gol Jakub Mares, pero su remate se desvió en el cuerpo de Sergio Romero y la pelota pegó en el palo.

A partir de ese momento el partido se hizo más trabado, con un ida y vuelta hasta los bordes de ambas áreas, con Argentina quedándose en los intentos y los checos tirando centros buscando a sus hombres altos. Y por eso todo se hizo más aburrido y falto de emociones.

Con la igualdad sin goles se fueron al descanso, con ambos equipos esperando revertir la imagen que dejaron en los 45 minutos iniciales.

En el comienzo del segundo se vio lo mejor del partido, porque no se habían cumplido los cinco minutos y ambos pudieron abrir el marcador. Primero lo tuvo Moralez, luego de una gran combinación con Agüero, pero su remate cara a cara con el arquero fue desviado en forma brillante por Radek Petr.

En la contra siguiente respondieron los checos y fue Tomas Micola, quien dentro del área, entrando en carrera, con la pelota picando tuvo el gol, pero su disparo fue sacado al corner en formar extraordinaria por Romero.

Y no detuvieron el ritmo, por eso no sorprendió que uno de los dos abriera el marcador, en este caso los checos, que llegaron al gol por intermedio de Martin Fenin, con una gran remate desde el borde del área superó el esfuerzo de Romero.

Pero enseguida llegó el empate, dos minutos después, a través de Agüero, quien en una contra no tuvo problemas en superar al arquero checo con un remate suave y bajo, para dejar todo como al comienzo.

Desde ese momento el partido se transformó en un ida y vuelta y cualquiera de los dos pudo marcar el segundo, pero fue Mauro Zárate, a cinco del final, quien desde un ángulo cerrado, sorprendiendo a todos puso el 2 a 1 para que Argentina sea por sexta vez campeón mundial juvenil Sub 20

Síntesis del partido:

Argentina: Sergio Romero; Leonardo Sigali, Federico Fazio, Gabriel Mercado y Emiliano Insúa; Maximiliano Moralez, Ever Banega, Matías Sánchez y Pablo Piatti; Sergio Agüero y Mauro Zárate. Director Tácnico: Hugo Tocalli.

República Checa: Radek Petr; Ondrej Mazuch, Marek Suchy, Jan Simunek y Lukas Kuban; Lubos Kalouda, Ondrej Kudela, Tomas Micola y Jakub Mares; Marek Strestik y Martin Fenin. Director Tácnico: Miroslav Soukup.

Goles en el segundo tiempo: 14’ Martin Fenin (RC), 16’ Sergio Agüero (A) y 40’ Mauro Zárate (A).

Cambios en el segundo tiempo: 30’ Marcel Gecov por Jakub Mares, 35’ Lautaro Acosta por Pablo Piatti, 45’ Cabral por Moralez.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco.

Estadio: National Soccer Stadium, de Toronto.