Viernes, 24 de noviembre de 2006 | Hoy
UNIVERSIDAD › OPINION
Por Pablo Rieznik *
Durante casi un año los estudiantes de la UBA han ejercido su veto democrático en el gobierno universitario. Primero, al impedir que se elija como rector a un funcionario de la dictadura. Segundo, al poner de relieve el carácter reaccionario de una mal llamada asamblea universitaria, la que entroniza una suerte de poder feudal a cargo de una minoría profesoral. Con su acción directa, los estudiantes de la FUBA pusieron de relieve el manejo prebendario y cuasi mafioso de la universidad más grande del país. “La pelea es por mil millones de dólares” tituló por eso uno de los más importantes matutinos porteños en un exhaustivo artículo que incluía la declaración “en off” de un decano admitiendo que la suma mentada podía estar subestimada en un 50 por ciento. Vicios públicos, negocios privados.
¿Que los estudiantes bloquean el debate? Al revés, la asamblea universitaria nunca debatió nada; ¡aseguró la re-re-reelección de Shuberoff durante 16 años! La FUBA llevó la discusión a las aulas, a los medios, a la calle para reclamar que se modifique el estatuto que garantiza estas linduras. La FUBA, entonces, es la democracia. Y ahora resulta que decanos “progresistas” impugnan a los estudiantes por no aceptar un “consenso” con la derecha del espectro universitario. Muy mal.
El “consenso”, ¿incluye la expulsión de los barrabravas que casi matan a un estudiante meses atrás? No. ¿Fue discutido en algún curso, en alguna reunión abierta, en al menos una convocatoria pública? No. ¿Se plantea el “consenso” acabar con la ley universitaria menemista? No. Al revés, lleva su aplicación al extremo de condicionar el otorgamiento de los títulos habilitantes a un organismo fuera del control de la UBA y del propio sistema universitario (la llamada Coneau). El “consenso” es una vergüenza y las críticas a la FUBA una ignominia que ha ganado la estatura de una enorme campaña mediática amparada en los voceros del supuesto “progresismo” universitario. No hay que dejarlo pasar. Defendamos la democracia en la UBA. Defendamos a los estudiantes. Bien por la FUBA, entonces.
* Profesor de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras (UBA), dirigente del Partido Obrero.
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