“Dejen de joder con el Gordo Aparicio”, es la frase que se repite en todas las amenazas que recibieron dirigentes de derechos humanos, periodistas y dirigentes rurales de Salta y que ahora recibió la diputada del justicialismo Nora César. Minutos antes de votarse en general el Presupuesto del 2007, la legisladora pidió una cuestión de privilegio para hablar sobre el crimen de la productora rural Liliana Ledesma, apuñalada luego de denunciar como “narcotraficante” al renunciante diputado por el romerismo salteño Ernesto José Aparicio.

La diputada narró la saga de amenazas recibidas por los periodistas de FM Noticias, donde trabaja su hermana Marta César. Precisamente ella fue la periodista que realizó la entrevista en la que Ledesma denunció a Aparicio. “Marta Sesar, pa vo tenemo lo mejor de todo. Te vamo a hace mierda. Vo detapaste todo asi que está hasta la bola vo y tu hermana la diputada. Le vamo a vola lo seso a todos entende?”, dice textualmente el correo que la legisladora recibió en su ordenador y que ayer hizo público en el recinto de la Cámara baja.

La cuestión de privilegio dio pie a otro debate. La titular del ARI reclamó que se trate sobre tablas un pedido de informes en el que pregunta sobre varios puntos oscuros del caso. El oficialismo hizo del tema una cuestión partidaria. No faltó incluso el diputado que hiciera la defensa del gobernador salteño Juan Carlos Romero. El cruce fue tan fuerte, el caso es tan escandaloso, que luego de rechazar tratar el tema en esta sesión, el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, aceptó discutirlo la semana que viene.

Luego de que César denunciara las amenazas dirigidas a ella, a su hermana, al periodista Sergio Poma y sus hijos, Lilita Carrió pidió tratar el pedido de informes que había presentado la semana pasada. El diputado Juan Manuel Urtubey, titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y precandidato por el Frente para la Victoria salteño, señaló que el tema estaba siendo investigado por la Justicia. Reclamó no interferir con otro poder. De prosperar el proyecto de Carrió el tema recaería en su comisión. Finalmente, Urtubey se mostró cercano a tratar el proyecto en el recinto. Antes de esto, otro legislador del Frente para la Victoria de Salta, Osvaldo Salum, destacó que los autores del crimen están detenidos y hasta aventuró una temeraria definición: “En Salta no hay crímenes impunes”. Salum no ocultó su preocupación por los dichos de la diputada César. Imitando a Alberto Kohan, fue más allá y le pidió que hiciera la denuncia judicial. Algo que luego, en los pasillos, la diputada bonaerense informó que había concretado y que el sorteo había recaído en el juez federal Norberto Oyarbide.

César, que vive en Buenos Aires, presentó su denuncia en los Tribunales de Comodoro Py. La gravedad del asunto quedó relativizada por la interna del peronismo. También por el peso del influyente gobernador salteño, Juan Carlos Romero. Cuando la interna salteña había desviado el eje del tema, el bonaerense José María Díaz Bancalari recordó que “las cuestiones de privilegio no se discuten”. Además de subrayar que no se tendría que haber abierto la discusión, sostuvo que “no había que dejar un mínimo manto de duda en la búsqueda de la verdad y la justicia y contra la impunidad”. Nadie le dio las gracias a Díaz Bancalari, pero la experiencia del bonaerense había logrado sortear una disputa que estaba mostrando las fisuras del bloque oficialista.

El crimen de la productora Liliana Ledesma tuvo todos los componentes mafiosos. Fue apuñalada luego de señalar a Aparicio como “narco”. Una de esas puñaladas le cruzaba la boca. Hace dos semanas, Aparicio, quien se reconocía como muy cercano al gobernador Romero, renunció a su banca. En el medio del escándalo también se conoció que en 1991 había sido detenido por tentativa de contrabando. El ahora ex diputado se encargaba de subrayar que había sido sobreseído por el hecho. Su cuñado, Aníbal Párraga, está detenido por el crimen de Ledesma. La Justicia sospecha que pudo haber sido el autor material del asesinato.