Desde 2008 la UBA tendrá un nuevo colegio secundario, que se sumará al Nacional de Buenos Aires y al Carlos Pellegrini. Será la Escuela Agropecuaria, una institución con orientación técnica y profesional, la primera en su especialidad que funcionará dentro de la ciudad de Buenos Aires. “Va a cumplir una doble finalidad. Por un lado, como en las viejas escuelas técnicas, los estudiantes van recibir capacitación para poder trabajar en el campo –explicó a Página/12 el rector de la universidad, Rubén Hallú–. Y, además, van a tener una formación ideal los alumnos que quieran seguir una carrera universitaria en Agronomía, Veterinarias o Alimentos.”

La nueva escuela será financiada con una partida presupuestaria específica del Ministerio de Educación y la enseñanza será gratuita. Pero el ingreso será limitado: ya se estableció un cupo máximo de 30 alumnos por cada una de las dos divisiones que habrá por año y turno (mañana o tarde). Los alumnos aspirantes tendrán que asistir y aprobar un curso de nivelación con clases de matemática, lengua, biología y química. A partir de los resultados obtenidos en el curso, se confeccionará un orden de mérito para seleccionar a los ingresantes.

Aprobado este miércoles por el Consejo Superior de la UBA, el proyecto de creación de la escuela fue elaborado y presentado el año pasado por la Facultad de Ciencias Veterinarias, buscando atender la demanda social de un colegio técnico y la demanda de personal especializado por parte de explotaciones agropecuarias y de industrias alimentarias. “En la facultad recibimos muchos pedidos y consultas de padres que querían enviar a sus hijos a una escuela agropecuaria, pero la más cercana está en Campana. Hay muchas escuelas con esta orientación en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, pero no en la Capital”, contó Hallú, ex decano de Veterinarias. También destacó que la especialización de la escuela fortalecerá la articulación de la educación media con carreras universitarias consideradas de importancia estratégica para el país. Las áreas técnicas que ofrecerá la escuela son tres: producción agrícola, producción pecuaria y agroalimentos.

En principio, la escuela funcionará en aulas de Veterinarias, mientras comienza a analizarse la posible construcción de nuevas instalaciones en el mismo predio que la UBA tiene en La Paternal, donde también está la sede de la Facultad de Agronomía (y donde, dicho sea de paso, ya ha generado conflicto con los vecinos la construcción de aulas para el Ciclo Básico Común). La idea es que los alumnos secundarios puedan realizar actividades prácticas en el predio, aprovechando los animales, la huerta, los laboratorios y demás disponibilidades de ambas facultades.

De seis años de duración, el plan de estudios estará dividido en dos ciclos, uno básico de tres años y otro superior, de formación técnica. Al concluir el tercer año, los estudiantes podrán requerir que se les dé un certificado analítico de estudios. Cuando terminen el sexto año, recibirán el título de Técnico en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria. Lo que aún no está definido –las autoridades lo consideran una deuda con las escuelas de la UBA– es cómo se integrará el plan de estudios con el CBC para ingresar en la carreras de grado. Sí está definida la estructura institucional: la escuela estará a cargo de un director, designado por el consejo directivo de Veterinarias. En cambio, el vicedirector y los tres jefes de área serán elegidos por concurso, al igual que los docentes.