La Zona Verde es una ciudad prohibida, una fortaleza de concreto en el corazón de Bagdad que alberga al gobierno iraquí, la embajada de Estados Unidos, el embajada británica y el parlamento iraquí. Está defendida por muros de concreto y puestos de control muy fortificados. La zona, de 12 kilómetros cuadrados, comenzó como el palacio y el complejo de oficinas que eran el centro del gobierno de Saddam Hussein hasta que fue derrocado, en abril de 2003. En cuatro años se ha convertido en un símbolo odiado por el pueblo de Bagdad por el aislamiento de las autoridades iraquíes y estadounidenses de los terrores de la vida real en la ciudad. La Zona Verde se destaca por las grúas que se alzan sobre la enorme nueva embajada de Estados Unidos. Una mirada más detenida a la Zona Verde revela que está totalmente rodeada por muros de concreto para detener a los terroristas suicidas u otros atacantes. Al sur de la Zona Verde está el puente 14 de Julio, sobre el cual nadie puede pasar excepto con los permisos adecuados. Al norte queda la Cancillería, un edificio un poco diferente de los demás de la zona, ya que está controlado por los eficientes guardias kurdos del ministro de Exteriores, Hoshyar Zebari. El hotel Al Rashid, el lugar donde en una época se alojaba la prensa extranjera bajo Saddam Hussein, ahora alberga a los huéspedes estadounidenses. Para llegar a Al Rashid y al edificio del parlamento es necesario penetrar ocho niveles de seguridad. En el primero están los soldados iraquíes, peligrosamente rápidos con el gatillo. Después hay una extraña variedad de soldados extranjeros de países tales como Georgia y Perú. El parlamento iraquí está en el antiguo Centro de Conferencias Islámico. Es un edificio oscuro y triste. Aquí, en el restaurante, el terrorista suicida detonó su bomba ayer.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12

Traducción: C.D.