Viernes, 13 de abril de 2007 | Hoy
EL MUNDO › BOICOT PAPAL A LA CONMEMORACION EN JERUSALEN
Por Juan Miguel Muñoz *
Desde Jerusalén
Una fotografía y un comentario enturbian las relaciones, nunca sencillas, entre Israel y el Vaticano. La imagen –la del papa Pío XII– y el texto que la acompaña –alusivo a la supuesta pasividad de la Iglesia Católica durante el genocidio perpetrado por el régimen nazi– en el Museo del Holocausto han llevado al nuncio, Antonio Franco, a anunciar su boicot a los actos conmemorativos del exterminio que se celebran el domingo en Jerusalén.
Es parada obligada para todo dirigente político que acude de visita oficial a Israel. Y cada año, el Museo del Holocausto (Yad Vashem, nombre de la institución en hebreo) acoge por estas fechas al cuerpo diplomático en pleno acreditado en Tel Aviv. Si un imprevisto no lo remedia, este año habrá al menos una ausencia. Antonio Franco declinó su asistencia si previamente no se retira la fotografía de Pío XII a la que acompaña el siguiente texto: “Se abstuvo de firmar la declaración que condena el exterminio de los judíos y mantuvo su actitud neutral durante la guerra”.
“No me sentiría cómodo yendo a Yad Vashem”, escribió el nuncio al museo. Pero la dirección de esta institución no tiene intención alguna de dar marcha atrás. “Estamos decepcionados porque el delegado del Vaticano haya elegido no respetar la memoria de las víctimas. Esto contradice las declaraciones del Papa sobre la importancia de recordar el Holocausto y a las víctimas”, afirma en un comunicado. Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores no se pronuncia.
La fotografía de la discordia fue colocada en 2005, lo que ya en su momento desató las protestas del predecesor de Franco. No deja de haber en esta fricción entre el Estado judío y Roma cierto componente de regateo. Si la Nunciatura amenaza ahora con el boicot, el museo ya había sugerido antes al anterior nuncio el precio para recomponer el desaguisado.
“Yad Vashem le dijo al representante del Vaticano que estaba dispuesto a examinar el asunto, y que si se garantizaba el acceso de sus investigadores a los archivos vaticanos de la era de Pío XII sería posible tener información diferente de la conocida hasta hoy.” Pío XII, cuyo papado concluyó en 1958, siempre fue polémico. Sus defensores aseguran que hizo lo que estuvo en sus manos para ayudar a los judíos, sus críticos lo tachan de antisemita y germanófilo.
También, como cada año, algunas organizaciones de víctimas del Holocausto hacen oír su voz para lamentar el abandono que sufren. El Fondo para el Bienestar de los Supervivientes del Holocausto apuntaba ayer datos esclarecedores: un tercio de las 260.000 víctimas censadas, ancianos la inmensa mayoría, viven bajo el nivel de la pobreza y muchos carecen de atenciones médicas fundamentales.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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