El conflicto que atraviesa el Hospital de Clínicas derivó ayer en una gresca en la puerta del rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Una manifestación sindical de trabajadores del centro de salud –en rechazo al interventor del hospital– terminó con un enfrentamiento con la policía, llamada por el rector Rubén Hallú para “preservar tanto la integridad física de los trabajadores como el patrimonio público”, según se difundió en un comunicado. Los dirigentes gremiales denunciaron haber sido golpeados y, a su vez, fueron acusados de agredir a funcionarios del Clínicas.

Mientras tanto, en el hospital continúa el paro por tiempo indeterminado, aunque sin participación de los médicos. “La guardia funciona normalmente”, dijo a Página/12 el interventor Ernesto Da Ruos. Designado este año por el rector Hallú, el director consideró que la medida de fuerza es “ilegal” y dijo que se intentará encontrar una salida con la mediación del Ministerio de Trabajo.

Sobre los incidentes de ayer, contó que cuando llegaba al rectorado, acompañado por funcionarios de su equipo, se topó con los manifestantes en la esquina de Viamonte y Reconquista. “Fuimos agredidos salvajemente. Nos golpearon, nos tiraron huevos, nos insultaron”, dijo Da Ruos.

En la puerta del rectorado, la guardia de infantería de la Policía Federal les impidió a los trabajadores del hospital ingresar al edificio, donde exigían ser recibidos por Hallú. Ahí se produjeron más golpes y forcejeos. Los trabajadores se dirigieron después hasta el hospital y la comisión interna ratificó la continuidad de sus reclamos, pese a que las medidas de fuerza no son reconocidas por la cúpula del gremio del personal de la UBA (Apuba).

“Esta situación no da para más. Estamos trabajando en una precariedad terrible”, sostuvo Luis Negri, delegado de la comisión gremial que reclama mayores insumos para el hospital. Para el rectorado, los recursos necesarios están garantizados y la protesta se debe a un intento de frenar las investigaciones abiertas sobre diversas irregularidades.