En el momento en que quedaron definidas las series de los octavos de final de la Copa Libertadores, seguramente los hinchas, tanto de River como de San Lorenzo, sintieron una pequeña molestia por el rival que tendrán enfrente. Es que, a diferencia del resto de los clubes argentinos que participan en el torneo, éstos dos son los que mayores urgencias tienen para conseguir el primer lugar en el podio de América. La gente de River está esperando ansiosa alcanzar ese título, ya no sólo porque la última vez que lo logró fue en 1996, sino porque Boca le ha sacado una diferencia importante en los últimos años y suele proclamarse el mejor del continente con bastante frecuencia.

San Lorenzo todavía no pudo obtenerla y la desesperación de sus hinchas es enorme en busca de la Copa. Por primera vez después de mucho tiempo, sienten que esta oportunidad es la indicada, a partir del plantel que formó el técnico Ramón Díaz. Los dos restantes, Estudiantes y Lanús, seguramente son los que menos exigencias tendrán para lograr este título. Si bien los dos ya dieron señales de que será lo más importante de aquí hasta mitad de año, en el caso de quedar en el camino seguramente recibirán el reconocimiento de sus seguidores.

El caso de Boca es aparte. Sin ir más lejos, es el actual campeón, y más allá de que siempre piensa en la Copa como primer objetivo, un traspié no sería tan doloroso por estos tiempos.

Por ello, para River y San Lorenzo no debe ser nada grato saber que uno de los dos se quedará al margen dentro de trece días, con el impacto negativo que eso significará. La incógnita es saber cómo harán para soportar una eliminación que nadie imaginaba tan prematura.