Es cierto que por la manera en la que Boca se clasificó para los octavos de final de la Copa Libertadores no está en condiciones de quejarse de mala suerte por el rival que le tocó en esa instancia. Pero también es verdad que su llave es de las más complicadas, por la jerarquía del adversario y por un viaje largo a Belo Horizonte. De todas formas, Cruzeiro es un equipo que le trae buenos recuerdos, ya que fue el rival al que superó en la final de 1977 para conquistar la primera de sus seis Libertadores.

“El hecho de que nos tocó un equipo brasileño estaba dentro de las posibilidades y sabemos que vamos a enfrentar a uno de los rivales más difíciles de la Copa”, admitió Hugo Ibarra, uno de los referentes del plantel. Claro que el lateral, que se está recuperando de una lesión, también puso de manifiesto su confianza, a partir de los antecedentes que consiguió el club en Brasil. “También sabemos que a Boca lo respetan mucho en Brasil, donde nos ha ido muy bien”, indicó el formoseño.

Y el discurso general del plantel pareció repetido: respeto por un rival difícil, pero confianza por las propias fuerzas y por la consideración ganado en los últimos años. “No creo que ellos estén muy contentos de que les haya tocado jugar con nosotros. Pero los respetamos, sabemos que juegan muy bien al fútbol y que será un rival muy difícil, tanto en la Bombonera como en Belo Horizonte”, señaló el colombiano Vargas. “Por experiencia propia digo que Boca es muy respetado en Brasil”, señaló el volante, que jugó en el Internacional, de Porto Alegre, y resaltó que “todos saben que se van a enfrentar al actual campeón de América, que si bien no llegó de la mejor forma a esta instancia, tiene ganas de repetir el título”.

En cuanto a los antecedentes, Boca nunca pudo ganar en el Mineirao, uno de los estadios más difíciles para los equipos argentinos. Sin embargo, el recuerdo más trascendente es uno de los más felices de su historia. En 1977, el equipo que dirigía Juan Carlos Lorenzo y que tenía a figuras como Hugo Ga-tti, Roberto Mouzo, Rubén Suñé y Carlos Veglio se impuso en la final a Cruzeiro, con el lateral Nelinho como emblema, y obtuvo la primera Copa Libertadores para el club. Los brasileños eran los vigentes campeones, luego de derrotar a River en la definición del año anterior.

Como esta vez, el partido de ida se disputó en la Bombonera y Boca se impuso 1-0 con un gol de Veglio. En la revancha en Belo Horizonte, el triunfo le correspondió al Cruzeiro por el mismo marcador, gracias a un tanto de tiro libre de Nelinho. Por eso, el 14 de septiembre de ese año se enfrentaron en el Centenario de Montevideo, donde el 0-0 en el tiempo reglamentario y en el alargue llevó la definición a los penales. Allí, Boca convirtió sus cinco remates, por lo que el gran héroe terminó siendo Gatti, que le contuvo el quinto penal a Vanderley, para que Boca se quedara por primera vez con la Copa.

En el historial general por torneos continentales, el Cruzeiro tiene una ventaja, con cuatro victorias, tres empates y tres derrotas. Además de la final del ’77, se cruzaron en la fase de grupos de 1994, con dos triunfos 2-1 de los brasileños. También se vieron las caras en la Supercopa ’96 (dos empates y pase de Cruzeiro por penales) y ’97 (un éxito para cada uno, pero ninguno avanzó en el grupo). Y Boca se quedó con la final de la Copa Master al imponerse 2-1. Claro que ninguno de esos enfrentamientos tuvo la importancia de la aquella final de 1977.