San Lorenzo ganó algo más que tres puntos. Se quedó con “el” duelo. Con un gol agónico de Bernardo Romeo, el conjunto de Miguel Angel Russo allanó un poco más su terreno hacia el tan ansiado objetivo de quedarse con el título, y para colmo lo hizo bajando nada más y nada menos que a uno de sus inmediatos perseguidores, Vélez, en un encuentro durísimo, al que le caía mejor el empate. Pero poco importan los merecimientos en el fútbol. Por eso, los de Boedo se quedaron con su quinta victoria consecutiva, que les permite afirmarse en la punta.

Esta vez el equipo dirigido por Russo no se lució, ni pudo pasar por arriba con tranquilidad a su rival, pese a que durante el primer cuarto de hora monopolizó la tenencia de la pelota, de la mano del buen manejo de Ledesma, y tuvo algunas ocasiones para quebrar el resultado. Con el correr de los minutos se fue perdiendo esa intensidad, y además, Vélez lo neutralizó tácticamente.

Así, poco después de la lesión de Ledesma, el encuentro se emparejó. Papa no le daba respiro a Rivero, Cubero estaba siempre pegadito a Barrientos, Uglessich lo atoraba a Silvera y Somoza no le regalaba ni un tramo a Hirsig. Como consecuencia de ello, el partido se hizo feo. La explicación más justa de esto es que ninguna de las tantas figuras de la cancha podía desequilibrar y, para colmo, se jugaba muy lejos de los arcos. Todo pasaba por el mediocampo.

Pero el local no se contentó con realizar ese juego de marcas, sino que aprovechó el bache futbolístico para ir parándose mejor en el campo de juego. De todas maneras, no creó situaciones y las más claras las tuvo San Lorenzo. Desde ese lapso del partido hasta que ambos equipos reaccionaron, a los 20 minutos del segundo tiempo, el conjunto de Boedo tuvo tres situaciones de riesgo en el arco de Montoya pero siempre reaccionó bien el arquero. Y cuando parecía que empezaba a pesar el miedo a perder, un par de cambios de ambos técnicos le devolvieron la emoción al encuentro.

La entrada de Silva por el intrascendente Coronel, por el lado de Vélez, y la de Solari por Barrientos, en San Lorenzo, le dieron más dinámica al partido, que hasta ahí rozaba lo discreto. Entonces el desarrollo se hizo de ida y vuelta. Y entre tanto vértigo, el que se acomodó mejor fue el conjunto de Tocalli. De esta manera, el equipo local tuvo varias chances para anotar en el arco de Orion pero no tenía suerte y lo iba a lamentar. Porque mejor parado de contra, San Lorenzo, con esa velocidad que lo caracteriza, tuvo la posibilidad de dar el golpe sobre el final. Y llegó luego de una salida rápida de González, que tocó la pelota para que Bergessio, de media vuelta, dejara solo a Romeo para hacer delirar a todos los hinchas de San Lorenzo, que ya se empiezan a ilusionar con la obtención torneo. Aunque queda mucho por transitar.

Informe: Nicolás Sagaian.