La estadounidense Serena Williams y la rusa Dinara Safina se enfrentarán esta madrugada en Melbourne no sólo por el título del Abierto de Australia, sino por dilucidar quién es la nueva número uno del mundo. Bajo luz artificial y sin viento que estorbe la violencia de sus golpes, la rusa se impuso a su compatriota Vera Zvonareva por 6-3, 7-6 (7-4), mientras que la norteamericana derrotó a la rusa Elena Dementieva por 6-3, 6-4.

Será la octava vez que ambas jugadoras, dos “trenes” que basan su juego en la potencia, se enfrenten en el circuito –con un balance hasta ahora de 5-2 para Williams–, pero la primera en la que hay tanto en juego. Serena, número dos del mundo, aspira a lograr su décimo trofeo de Grand Slam y el cuarto en Australia, donde ya se impuso en 2003, 2005 y 2007. Siempre en años impares. En 2009 quiere seguir la racha.

Safina, tercera jugadora del ranking, desea ganar su primer grande después de perder el año pasado en la final de Roland Garros ante la serbia Ana Ivanovic. “Sería un sueño hecho realidad”, aseguró Safina cuando le recordaron que podría emular a su hermano, Marat Safin, que levantó el trofeo en Melbourne en 2005. “Lo vi en televisión cuando ganó, y aún ahora, si lo veo, me vienen lágrimas a los ojos. El siempre fue mi ídolo”, comentó la rusa. Safin fue número uno del mundo en 2000, cuando apenas tenía 20 años. Hoy, sin embargo, está más cerca de la retirada que de repetir triunfos. Su hermana, de 22, ha tomado el relevo, aunque si quiere reinar en el ranking deberá mostrar más consistencia que sus predecesoras.

El tenis femenino vive una época de incertidumbre. La derrota en octavos de la hasta ahora número uno, la serbia Jelena Jankovic, dejó patente el vacío de poder creado por la retirada de Justine Henin en mayo de 2008. La belga estuvo un año y dos meses al frente de la clasificación, pero desde su adiós, el cetro cambió de manos como un fierro caliente. Pasaron la rusa Maria Sharapova, Ivanovic, Jankovic y Williams, hasta que volvió a manos de la serbia. Mañana, el número uno tendrá nueva dueña.