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Un grupo de ochenta barrabravas, organizados bajo la ONG Hinchadas Unidas (HUA), que preside el dirigente kirchnerista Marcelo Mallo, partieron ayer rumbo a Sudáfrica. La facción de violentos se alojará en una escuela de Pretoria, donde abonará sólo once dólares diarios por una estadía que se extenderá hasta la finalización del Mundial.

Comandados por Andrés Bracamonte, líder de la hinchada de Rosario Central, quien se encuentra imputado de tentativa de homicidio y pese a ello consiguió un permiso judicial para salir del páis, el grupo de barras partió desde Ezeiza. Minutos antes de su arribo, exhibieron ante las cámaras de televisión banderas argentinas con leyendas de apoyo al seleccionado, al mismo tiempo que entonaron cantitos e incluso dos de ellos se pusieron máscaras con las imágenes de la presidenta Cristina Fernández y el ex presidente Néstor Kirchner.

También formó parte del contingente, entre otros, Pablo “Bebote” Alvarez, quien comanda la barra de Independiente. Alvarez estuvo preso en Sierra Chica y apretó a los jugadores de su equipo en 2004, cuando les dijo que si le ganaban a Newell’s, en la última fecha del torneo Apertura, el vestuario se iba a convertir en “una carnicería”. Junto a Alvarez también viajaron Diego Goncebate, jefe de la barra de Lanús, y Emiliano Tagliarino, de Huracán.

“La gente del colegio está feliz de que vayamos porque ese dinero que les vamos a pagar es una ayuda que les va a servir mucho”, declaró Mallo, quien se comprometió a responsabilizarse por los desmanes que su comitiva de violentos pueda llegar a producir en el Mundial: “Yo soy responsable del comportamiento de los muchachos en Sudáfrica”.

En el país africano ya están cincuenta integrantes de la denominada “Barra oficial” del seleccionado, quienes habían señalado al entrenador, Diego Maradona, y al secretario de selecciones, Carlos Bilardo, como los financistas de esa excursión. Las autoridades sudafricanas ya están alerta ante la posibilidad de que se registren choques con otros grupos de barras.

Por su parte, una facción de San Martín y Atlético Tucumán, que ya contaban con los pasajes y pasaportes, no pudieron viajar a Sudáfrica al no recibir los permisos de la Justicia que sí logró conseguir Bracamonte, quien presentó sus garantías frente a la jueza Mónica Lamperti. A su vez, el miércoles saldrá otro contingente de violentos encolumnados a HUA, en el que irá Mallo, quien marcó distancia con la “barra oficial”, de la Selección.