Por primera vez en mucho tiempo, Lionel Messi no fue elegido el mejor. Le tocó a Franck Ribéry, el volante francés del Bayern Munich, ser ungido como el mejor futbolista de Europa durante la temporada 2012-2013. Me-ssi quedó segundo, delante del portugués Cristiano Ronaldo, que ni siquiera se dignó aparecer en la gala de la UEFA celebrada en Montecarlo. El rosarino concurrió un día después de haber conquistado la Supercopa de España con el Barcelona; el francés jugará mañana la Supercopa europea, con su equipo, contra el Chelsea, en Praga. El portugués jugó anoche para el Real Madrid por la Copa Teresa Herrera.

No fue un gran año para Me-ssi, sin tantos trofeos –con la Liga de España como gran conquista– y con una serie de lesiones que lo aquejan desde abril pasado. A su favor, Messi tenía unos números individuales alucinantes: 69 goles para el primero en todas las competencias que disputó en 2012-2013, 10 más que Cristiano Ronaldo. Ante estos números apabullantes, Ribéry solo podía candidatearse como el máximo referente de un equipo que hizo historia. Finalmente obtuvo 36 votos, contra catorce de Messi y sólo tres de Ronaldo.

Ribéry (74 partidos con su Selección, 12 goles) fue uno de los principales artífices del triplete histórico del Bayern Munich en la pasada temporada, cuando el equipo alemán ganó la Champions League, la Bundesliga y la Copa de Alemania. El Bayern se convirtió así en el séptimo equipo de la historia en ganar la triple corona en una misma temporada, una hazaña que ha supuesto un espaldarazo para la elección de Ribéry como mejor jugador de Europa en la pasada temporada.

El francés, que sueña con ganar el Balón de Oro a fines de año, sucede precisamente a Messi (2011) y al español Andrés Iniesta (2012), ambos futbolistas del Barcelona.

“Siempre es agradable ganar un trofeo, esta noche es especial para mí y se lo agradezco a los dirigentes del Bayern, a mis compañeros, a los aficionados, también pienso en mi familia, mis hijos y mi mujer”, añadió el ex jugador del Marsella al recibir el premio en manos de su compatriota y presidente de la UEFA, Michel Platini.

“Ha sido un año extraordinario para nosotros en el Bayern, lo esperábamos desde hacía mucho tiempo, el título de la Liga de Campeones, el ambiente en Wembley fue fantástico durante la final, y el Bayern merecía ese trofeo desde hacía mucho tiempo”, explicó el francés. En 27 partidos de Bundesliga en la pasada temporada, Ribéry marcó diez goles y dio catorce asistencias, a lo que se añadió un gol y cinco pases decisivos en doce encuentros de Champions League.

En la final disputada en Wembley, Ribéry fue de nuevo un elemento decisivo en la victoria 2-1 ante el Borussia Dortmund (21) al participar en los dos goles de los bávaros, sobre todo, asistiendo de taco al holandés Arjen Robben para que éste anotase el tanto que dio el título al Bayern.

El premio al mejor jugador de la UEFA (votado por 53 periodistas) no le garantiza a Ribéry que vaya a ganar el Balón de Oro 2013 (que se elige en una votación en la que participan todos los seleccionadores y los capitanes de los equipos nacionales). El año pasado, Messi lo ganó por cuarta ocasión consecutiva.