¡Qué cosas que tiene el fútbol! Ahí anduvo Belgrano sumando como loco, esforzándose partido a partido, hachando puntos y haciendo cuentas para poder entrar en la Sudamericana, y al conseguirlo, enorgullecerse de poder jugar por primera vez un torneo internacional en su historia, y ni siquiera poder cruzar las fronteras del país antes de quedarse con el sueño deshilachado entre las manos. Le quedó corta la ventaja lograda a la ida, un gol apenas de diferencia que resultó más bien poco.

¡Qué cosas que tiene el fútbol! Un club ganador en el mundo traspasa esa experiencia de generación en generación, y ahí va Vélez, sin perder la paciencia, como si supiera que es inexorable que al cabo de 90 minutos seguirá adelante en el torneo. No se preocupa ni se atosiga, y consigue abrir el marcador después de un concierto de pisadas, tacos y pases en cortada, cuya batuta esgrime el chico Allione y que Rescaldani convierte en gol de fantástica factura. Y sigue yendo, y en el segundo tiempo Olave tiene que esforzarse para sacar por arriba del travesaño un disparo desde afuera del área de Pratto que desprende todo el aroma de gol posible, y ni siquiera eso le importa, porque al rato González le convierte una infracción a Allione en el área y Pratto se la cobra como corresponde. Ahí va Vélez, lo espera La Equidad, un conjunto colombiano, en la próxima fase de la Copa Sudamericana.