Con la capacidad ofensiva que mostró en el torneo y que lo lleva a ser el equipo más goleador del campeonato –también el más vencido–, Godoy Cruz pegó el gran impacto en Liniers al golear 4-1 a Vélez, que dejó en claro que está muy lejos de ser el equipo que supo ser no hace tanto tiempo. El ecuatoriano Jaime Ayoví, autor de los dos primeros goles del conjunto mendocino, resultó la gran figura del espectáculo. Guillermo Cosaro y Rubén Ramírez, de penal, anotaron los otros tantos, mientras que Lucas Pra-tto señaló el descuento parcial para el conjunto local.

El equipo conducido por Daniel Oldrá fue efectivo en la primera mitad de la que se fue en ventaja con un gran trabajo de Ayoví. Sobre los 15 minutos, Fernando Zuqui le robó una pelota a Emiliano Papa en la línea de fondo y envió un centro atrás para que el ecuatoriano empujase la pelota a la red sin mayores problemas.

Vélez intentó reaccionar, pero siguió mal parado en defensa y lo pagó muy caro. Ayoví ganó a pura potencia, volvió a encontrarse cara a cara con el uruguayo Sebastián Sosa y lo fusiló para poner el partido 2-0. Con ese marcador parecía que se cerraba la primera parte, pero un contragolpe que encabezó Caraglio –con plancha en el arranque de la jugada– y definió Pratto con un toque cruzado le devolvió las esperanzas a Vélez de cara a la segunda mitad.

Sin embargo, nada cambió. Godoy Cruz le hizo pagar cada uno de sus errores y muy rápido recuperó la ventaja a través de Cosaro, que tocó casi sobre la línea luego de un tiro libre. Con Vélez jugado, los mendocinos volvieron a golpear con un penal que convirtió Ramírez. De esa forma, Godoy Cruz se anotó una victoria resonante, al tiempo que Vélez se quedó con una gran mueca de preocupación, con su entrenador en una situación complicada.