La del punto de dobles era una derrota previsible para el equipo argentino de Copa Davis, estaba dentro de las cuentas incluso mucho más que la derrota de Carlos Berlocq en el primer punto de la serie frente a Joao Souza. Quizá por eso, el capitán Daniel Orsanic intentó ayer mover el tablero dándole al chascomusense una oportunidad para cambiar la imagen que entregó en la primera jornada y decidió incluirlo junto a Diego Schwartzman en el partido de ayer, por el tercer punto de la serie que se disputa en Tecnópolis. Pero enfrente estaban Marcelo Melo (número 3 del mundo en la especialidad) y Bruno Soares (12), una dupla aceitada que, además, trabaja desde hace un tiempo junta con el objetivo de ganar el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Río 2016, y no fue nada fácil para la Argentina. Cayó por 7-5, 6-3 y quedó 2-1 abajo por la primera ronda del Grupo Mundial, que se definirá hoy cuando, desde las 11, se enfrenten las dos primeras raquetas de ambos equipos, Leonardo Mayer y Souza y, a continuación, lo hagan Federico Delbonis (excluido ayer del dobles) y Thomaz Bellucci.

El sol ya había calentado por completo el asfalto de Tecnópolis cuando el público comenzó a llenar pasado el mediodía lentamente las tribunas del estadio montado dentro del predio de Villa Martelli, que ayer estuvieron al 60 por ciento de su capacidad. En la cancha, Berlocq y Schwartzman daban batalla ante los especialistas brasileños, que tras desperdiciar dos puntos de quiebre en el cuarto juego, con el saque del Peque, se encontraron con una dupla argentina que hacía bien las cosas y arriesgaba para cederles la iniciativa a los visitantes. En la paridad, que duró hasta el décimo segundo juego, cuando los brasileños, atacando nuevamente el servicio de Schwartzman –que en su debut absoluto en la Copa parecía sentir la presión, y fallaba seguido–, se pusieron 15-40 para cerrar la manga 7-5 en el segundo set point.

Los hinchas jugaron su propio clásico. Los argentinos alentaron constantemente a los jugadores locales y también gozaron recordándoles al centenar de hinchas brasileños la derrota 7-1 que la verdeamarela sufrió en las semifinales del Mundial frente a Alemania, igual o incluso más dolorosa que la que Brasil había sufrido en la final del Mundial de 1950 frente a Uruguay en el Maracaná. Los brasileños, se encargaron de remarcar la supremacía de Pelé sobre Maradona, de quien también recordaron su pasado con las drogas.

Pero dentro, sobre el polvo naranja, los que mandaban eran Melo y Soares, y lo demostraron con creces en la segunda manga, donde tras recuperarse de un quiebre en el primer juego ganaron luego cinco games seguidos para ponerse 5-2 arriba y terminar luego adjudicándose el set por 6-3. Luego, la pareja brasileña no hizo más que atacar y volver a esperar el error de la Argentina para, después de un arranque parejo, quebrar otra vez el servicio de Schwartzman y ponerse 4-3 arriba y luego servir para partido 5-4. Berlocq y Schwartzman levantaron un match point, pero sucumbieron en el segundo. Melo y Soares habían sido superiores, sobre todo en los puntos que se definieron sobre la red –39 para ellos, contra apenas 13 de los argentinos– y les bastaron dos horas y nueve minutos para poner a Brasil nuevamente en ventaja y complicar la serie para la Argentina, que quedó obligada a ganar los dos singles de hoy para evitar volver a ir al repechaje, como le ocurrió en 2014 tras la derrota con Italia, comandada por el tenista Fabio Fognini.

Tras la victoria, Melo reconoció: “Sabíamos que iba a ser un partido durísimo y estamos muy contentos por haberlo ganado”. Y, a propósito del clima en las tribunas, agregó: “Los hinchas se comportaron muy bien, porque más allá de los cantitos no hubo peleas, y es un placer jugar así”. En tanto, Soares destacó: “La cancha es bastante lenta y tuvimos la suerte de jugar bien. Jugamos cerca de la red, porque sabíamos que ellos le pegan muy bien desde el fondo”. En cuanto a la ventaja con la que Brasil arrancará hoy la jornada, el capitán del equipo visitante, Joao Swetsch, se mostró cautelozo. “Tenemos la ventaja, pero restan dos partidos y tenemos que mantenernos concentrados para no desaprovechar la oportunidad”, sentenció.

Por su parte, el capitán del equipo nacional, Daniel Orsanic, confirmó tras la derrota que en caso de que se dispute el quinto punto, Delbonis reemplazará a Berlocq, quien sufrió el desgaste después de jugar los dos primeros días de la serie bajo un sol intenso. “Si llegamos al quinto punto lo jugará Delbonis. Lo veo mejor físicamente”, comentó. Luego, el capitán se refirió a las expectativas de sus dirigidos para la jornada de hoy. “El equipo está muy bien en lo anímico, confiamos en que podemos ganar los dos puntos que restan”, manifestó el reemplazante de Martín Jaite como conductor del equipo copero, quien sobre el partido perdido ayer, apuntó: “Jugaron Berlocq y Schwartzman porque era lo que más nos convenía. Ellos son de lo mejor del circuito y jugaron un partido casi perfecto: Melo erró sólo dos voleas en todo el partido y Soares estuvo impecable, casi no falló”.