Cuando todos en Núñez esperaban que River consolidara la recuperación que evidenció en la goleada por la Copa Libertadores ante The Strongest la semana pasada, el equipo de Marcelo Gallardo apenas rescató un punto al empatar 2-2 ante Sarmiento y acumula cinco partidos sin poder ganar en el torneo de Primera División, en el que resignó todas las chances.

River, con una formación alternativa dada la seguidilla de encuentros que deberá afrontar, tuvo veinte minutos iniciales de muy buen nivel. El manejo acertado de la pelota a través de Lucho González y Pisculichi, la peligrosidad de Alonso y las proyecciones de Milton Casco por la izquierda le permitieron al local hacerse dueño del cotejo. A pesar de los méritos acumulados, los dos goles de River llegaron por errores de Sarmiento: el primero, de Alonso a los 3 minutos, tras una mala salida de Peppino; y el segundo, de Casco a los 23 minutos, en una contra que surgió de un error o una pifia de Alexis Niz y terminó en una mala salida del arquero Trípodi.

Sarmiento, mientras tanto, que había apostado todo a alguna maniobra individual (sobre todo de Fornari) o a la pelota parada, se vio obligado a ir a buscar. Y lo hizo. No con fútbol, pero sí con intensidad y esfuerzo.

Así llegó al descuento, a los 25 minutos, a través de Niz, y se acercó un par de veces más hasta Barovero, último bastión de un equipo que, con la ventaja 2-0, cedió la pelota. No les dio a los de Caruso Lombardi para el empate y River se fue con la victoria parcial al descanso.

El segundo tiempo fue de discreto para abajo. Los creadores de River se quedaron sin piernas y Sarmiento, a pesar de su renovada ambición (del 4-5-1 inicial pasó a al 4-3-3 con el que terminó la tarde), chocó con sus propias limitaciones. El mal estado de la cancha, pesada por la lluvia, contribuyó también a la pobreza del espectáculo.

En ese contexto apenas hubo ocasiones destacadas, y la mejor fue para Sarmiento, cuando a los 38 minutos Kevin Mercado, dentro del área grande, estrelló un remate en el palo derecho del arco de Barovero.

Cuando el partido se iba y River apenas aguantaba la diferencia (su rendimiento fue fiel reflejo de su actualidad en el certamen local), dos jugadas decidieron el destino final del resultado: primero la expulsión de Ponzio, a los 45 minutos, y luego una mano en el área de Arzura, ya en tiempo de descuento. Del penal se hizo cargo Chaves y fue 2 a 2.

Sarmiento convirtió sus dos primeros goles en la era Caruso Lombardi y sumó su primer punto en condición de visitante en el torneo, motivaciones para seguir peleando.