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Se puede afirmar olímpicamente que esta Francia son apenas los restos de aquel campeón mundial de ocho años atrás. Se puede asegurar que de aquel equipo burbujeante sólo quedan algunos nombres (Zidane, Makelele, Wiltord, Vieira, Barthez, Thuram) ajados por el inclemente paso del tiempo futbolero (son el plantel más viejo del Mundial, con 30 años y 191 días promedio), que puestos en la cancha rezuman un juego lento (que no sería pecado), pero previsible (que sí lo es), con resabios de lujo pero sin ideas novedosas, con –lo peor de todo– un espíritu indefinido. El empate sin goles ante Suiza en su presentación en el Mundial terminó siendo un bruto castigo ante un equipo más modesto que, sin embargo, tuvo las mejores (y no muchas) situaciones de gol del encuentro en Stuttgart.

Francia no convierte un tanto en los mundiales desde aquel 3-0 del final del ’98 ante Brasil en el Stade de France y ese dato no es gratuito. Salió a jugar con un solo delantero, el voluntarioso Henry, acompañado de lejos por el inexperto Ribery (¡que debutaba en la Selección!), mientras Trezeguet se quedaba en el banco, presumiblemente pagando culpas involucradas en la cuestión: el franco-argentino había criticado dos días antes al técnico Raymond Domenech por aplicar un planteo defensivo y el entrenador respondió no poniéndolo ni en el segundo tiempo, y de paso confirmando que el punto de vista de Trezeguet era cierto. Recién en el minuto 70, Domenech incluyó a Saha, el centrodelantero del Manchester United, que generó la única situación de gol clara-clara de Francia, en el último minuto, cuando se la bajó con el pecho a Dhorasoo (que había entrado por Wiltord) y éste le pegó muy cerca del palo derecho de Zuberbuhler.

Con poquito menos, Suiza estuvo más cerca de la victoria. Con su esquema ultradefensivo le restó espacios al rival, que ya carecía de imaginación, no regaló la pelota cuando la tuvo y pudo anotar con un tiro libre de Barnetta que pegó en un poste y un cabezazo a quemarropa de Gygax que Bar- thez detuvo con las piernas. Tampoco se salvaron de los silbidos.

“El terreno estaba muy seco y, si no se riega antes del partido, siempre se les dará ventaja a los defensores porque la pelota corre más lentamente”, se quejó Domenech. “En materia ofensiva hicimos cosas más positivas que negativas”, consideró. “Tenemos que mejorar en los próximos partidos, pero estamos conformes porque estamos en un grupo bueno”, señaló Ribery. “Aún quedan seis puntos por repartir”, afirmó Vieira. Si Francia cree que lo que dejó en el terreno de juego le sirve para clasificarse, puede haber empezado a gestar su propia autoeliminación del Mundial. Por ahora, el grupo lo lidera Corea del Sur, el rival de los franceses del próximo domingo. Si alguien no acompaña a Zidane...

0-FRANCIA
Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makelele, Wiltord, Zidane; Ribéry, Henry.
DT: Raymond Domenech.
0-SUIZA
Zuberbuhler; Degen, Muller, Senderos, Magnin; Barnetta, Cabanas, Vogel, Wicky; Streller, Frei.
DT: Jakob Kuhn.
Estadio: Gottlieb Daimler (Stuttgart).
Arbitro: Valei Ivanov (Rusia).
Cambios: 57m, Gygax por Streller (S); 70m, Saha por Ribery (F); 75m, Djourou por Muller (S); 82m, Margairaz por Wicky (S); 84m, Dhorasso por Wiltord (F).