Sorpresivamente, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, habló de retomar el diálogo con Argentina por las papeleras. “Tendremos que buscar caminos de encuentro, caminos diplomáticos y caminos políticos para superar este intervalo tan triste que les tocó vivir a nuestros países”, dijo en una entrevista emitida por el Canal 12. Vázquez hizo estas declaraciones tres días después de que la Argentina y Uruguay se enfrentaran en la Corte de Justicia de La Haya por no haber llegado a un acuerdo bilateral. El mandatario tiene previsto venir a la Argentina a fines de julio; de todas maneras, ayer habló de una reapertura luego de que el Tribunal dicte su fallo, que él descuenta será “favorable” a Uruguay.

Tabaré ha pedido a sus ministros que no hablen del conflicto, por lo menos hasta que los jueces se pronuncien sobre la medida cautelar solicitada por Argentina para suspender la construcción de las plantas Ence y Botnia en Fray Bentos.

El mandatario admitió que se siente “frustrado” por la situación creada y ratificó que participará de la Cumbre de Presidentes del Mercosur que se realizará en Córdoba entre el 20 y 21 de julio. También dijo que su país no abandonará este bloque regional, “salvo que se nos cierren todas las puertas”.

Cuando el periodista del programa “Código país” le señaló que se lo notaba más conciliador, Tabaré sostuvo: “Las circunstancias a veces llevan a que uno sienta impactos, que diga ‘esto no puede ser, lo que estamos viviendo no es lógico’. Que no encontremos caminos para salir de una situación tan difícil a veces a uno... no diría crispado, pero sí le hace sentir una sensación de frustración”.

Los gestos de acercamiento no quedaron restringidos a Vázquez. Como en un eco de las palabras presidenciales, su canciller, Reinaldo Gargano, se preguntó “cómo es posible que dos pueblos que lucharon conjuntamente para recuperar la democracia y que pagaron un precio tan alto en sangre, en presos, en exiliados para recuperar la democracia tengan un diferendo de esta naturaleza”.

El funcionario recordó que él mismo estuvo exiliado en la Argentina “y los argentinos me defendieron. Tenemos muertos y perseguidos”. Opinó también que el distanciamiento es coyuntural, por lo que ambos países podrán volver a “vivir como siempre”. Para Gargano, “hay que esperar el pronunciamiento de la Corte de La Haya. Vista la resolución, entonces veremos con qué camino seguimos adelante”.

Gargano llegará a Buenos Aires el viernes para participar de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur, preparatoria de la cumbre de presidentes de Córdoba.

En la Cancillería argentina dijeron que toman el gesto de Vázquez con “cautela”. “Después de lo que pasó entre los presidentes, habrá que ver qué grado de seriedad tienen sus palabras”, señaló un vocero del ministerio.

Allí recordaron que las conversaciones entre los dos gobiernos quedaron cortadas por decisión uruguaya, cuando en abril pasado Tabaré dio por terminado del diálogo con Néstor Kirchner, clausurando así la posibilidad de que se realizara el estudio de impacto ambiental conjunto que habían acordado hacer.

De todas maneras, valoraban la intención de Vázquez de retomar el camino diplomático. Si el gesto del presidente uruguayo va acompañado de acciones, es algo que todavía está por verse. Oportunidades no van a faltar: el encuentro de este viernes, preparatorio de la cumbre del Mercosur, en el que se juntarán los cancilleres, tiene en su temario un punto de agenda abierta.

La cumbre de presidentes en Córdoba prevista será la primera ocasión en la que Kirchner y Tabaré participen en una actividad conjunta luego de la presentación en La Haya.