Con el fin del Mundial, varias de las estrellas más importantes del certamen armaron las valijas para mudar su talento hacia otros clubes, otros horizontes. Destino o simple coincidencia, lo cierto es que ya no permanecerán en la porción de firmamento que tan bien conocían hasta antes de presentarse en el torneo más importante sino que pondrán en juego su suerte bajo nuevos cielos, en diferentes apuestas que bien podrían tener un efecto (y resultado) contrario al deseado. Cada uno de los cambios abre un verdadero interrogante, sobre todo, si se tiene en cuenta el opaco nivel de juego que exhibieron los futbolistas que habían sido señalados con antelación como “futuros astros” del Mundial, certamen que terminó finalmente encontrando en Zinedine Zidane, el gran estratega galo que había anunciado su retiro, a la figura del campeonato, luego de luchar palmo a palmo el Balón de Oro con el arquero Gianluigi Bu-ffon, el zaguero Fabio Cannavaro y el mediocampista de marca Andrea Pirlo. Una clara muestra del nivel que tuvo el campeonato y de los tiempos que corren.

El que picó en punta fue el promocionadísimo mediocampista ofensivo Michael Ballack, quien había arreglado su transferencia desde el alemán Bayern Munich al inglés Chelsea aun antes de iniciar los entrenamientos con la selección de su país. Si bien no jugó todos los encuentros, el nivel que mostró el germano lejos estuvo de ser el ideal y, en el balance final, seguramente debió haber terminado preocupando a los simpatizantes del club del ruso Roman Abramovich que prendieron sus televisores para ir palpitando los amagues y goles de su nueva estrella.

Otro que irá al ahora poderoso club londinense será el ucraniano Andriy Shevchenko que, sin deslumbrar, aportó dos goles para que su selección alcanzara los cuartos de final en su debut mundialista. La llegada del ucraniano es uno de los motivos que impulsan a Hernán Crespo a buscar nuevo (o no tanto) destino en el fútbol italiano.

El checo Tomas Rosicky es otro que trasladará su talento desde el Borussia Dortmund al Arsenal inglés, que perdió ante Barcelona la última final de la Liga de Campeones e irá por la revancha en la temporada, que marcará el estreno del Emirates Stadium, el nuevo estadio del club de Highbury, cuya propiedad es mayoritariamente de capitales árabes.

Entre los argentinos que integraron la Selección, también hay varios que podrían emigrar en cualquier momento de sus clubes. El capitán de la Selección, Juan Pablo Sorin, fue declarado transferible por el chileno Manuel Pellegrini y los directivos de Villarreal y ya tendría casi sellada su incorporación al Stuttgart, de Alemania, club al que ya arribaron los mexicanos Pavel Pardo y Aldo Osorio. Paradójicamente, el ex encargado de llevar el brazalete del seleccionado argentino Roberto Ayala ya fue tentado por los directivos de la entidad para compartir la defensa con Gonzalo Rodríguez y Rodolfo Arruabarrena, aunque el Valencia no quiere dejarlo ir. En tanto, el futuro de Juan Román Riquelme continúa siendo una incógnita aunque lo más probable es que continúe jugando en Villarreal.

Sin embargo, fue Javier Saviola el argentino que sin dudas más provecho sacó de su experiencia mundialista. Sin chances en el Barcelona, el ex atacante de River y Mónaco, entre otros equipos, un talentoso delantero, está ahora negociando con directivos de los británicos Arsenal, Tottenham, Bolton y del griego Panathinaikos. De todos modos, Saviola está más cerca de convertirse en un nuevo compañero del francés Thierry Henry y de Rosicky que de llegar a los otros destinos antes mencionados.

Otro argentino que cambiaría de club sería el santafesino Gabriel Heinze, quien abandonaría el Manchester United de Alex Ferguson para seguir –a cambio de 15 millones de euros– su carrera en el Real Madrid, ahora dirigido por Fernando Martin y con el italiano Fabio Capello sentado en el banco de suplentes. Pero también el Barcelona estaría interesado en el servicio del zaguero.

El club madridista, que ayer presentó su nueva camiseta, adelantó que tiene en marcha un plan de contrataciones explosivas para terminar con las frustraciones de los últimos años y sobre todo, para poner fin a la hegemonía que impuso a Barcelona en las dos últimas temporadas. Es más, desde la llegada de Martin, la entidad deslizó que se encuentra tras los pasos de los brasileños Kaká (hoy en Milan), Emerson (Roma) y de los italianos Gianluca Zambrotta y Fabio Cannavaro (ambos en Juventus).

Producción: Carlos Altea.