Luego de interminables idas y vueltas y una novela que se extendió por casi dos meses, finalmente el volante Jesús Dátolo se convirtió en el nuevo refuerzo de Boca con vistas al inicio del torneo Apertura. El jugador, de apenas 22 años, llega al bicampeón proveniente de Banfield, entidad que en los últimos años parece haberse convertido en una especie de cantera del conjunto boquense. Con su contrato recién firmado, el talentoso volante dialogó con Página/12, le comentó sus ganas de triunfar en el club “más grande de la Argentina” y reconoció que la presión que genera jugar en Boca es muy diferente a la que se tiene en el resto de los clubes.

–¿Alguna vez imaginó que iba a tener la chance de jugar en uno de los clubes más grandes del país, por historia, títulos y convocatoria?

–Sí, cuando era chico sólo soñaba con ser futbolista. Me acuerdo que un día, a los nueve años, le dije a mi mamá que iba a ser futbolista y que jugaría en la Primera de algún club de los más grandes. Por suerte, cumplí este sueño con mi llegada a Boca.

–¿Cuál fue su primera sensación al enterarse de que su pase a Boca era un hecho?

–Me emocioné mucho porque es muy lindo saber que un club tan grande como Boca se fija en uno. Creo que debe ser algo similar a lo que sintieron todos los jugadores cuando se enteraron de que iban a venir a este club. Estoy feliz, recién cumplí 22 años y ya tuve la suerte de que se concretara un pase de esta magnitud. Es muy importante para mí.

–¿Y cuáles eran sus pensamientos cuando parecía que el pase se caía?

–En todo momento traté de no ilusionarme demasiado porque sabía que el golpe podía llegar a ser muy duro. Por eso intenté focalizar todas mis fuerzas en la pretemporada.

–¿Tuvo la chance de conversar con Daniel Bilos, un ex compañero suyo en Banfield, para que lo interiorice sobre cómo es su nuevo club?

–No pude hablar mucho con nadie. Pero me imagino que debe ser algo impresionante. Boca es el club más grande del país, entonces todo su entorno debe ser algo magnífico.

–¿Qué puede esperar el simpatizante de Boca de Dátolo?

–Sólo voy a intentar hacer de la mejor forma lo único que sé hacer, que es jugar al fútbol. Entrenaré todos los días muy fuerte para poder tener la chance de responderle al equipo cuando tenga la chance de jugar.

–¿Su ex entrenador le dijo algo especial antes de irse?

–Sí, (Carlos) Leeb me deseó muchísima suerte si finalmente se concretaba el pase. Siempre me trató bien y yo también le deseo lo mejor.

–¿Le resulta difícil no impacientarse al saber que deja un club chico para irse a uno de los más grandes del país?

–Sí, cuando uno arranca de cero cualquier etapa nueva siempre está un poco impaciente. En este caso, quizás un poco más porque uno está llegando nada más ni nada menos que a Boca. Tengo muchas expectativas y ganas de triunfar.

–Desde su llegada a la Primera de Banfield siempre jugó como volante por la izquierda, ¿es ése su puesto natural?

–No, en realidad hice todas las inferiores jugando como enganche.

–Justo el puesto que quedó vacante en Boca...

–Ojalá tenga la chance de jugar como enlace, que es el puesto donde siempre me desempeñé y donde me siento más cómodo. De todos modos, si tengo que jugar por alguna de las bandas no tengo ningún tipo de problema de perfil.

–¿La exigencia de Boca será muy distinta a la de Banfield?

–Sin dudas. En Boca hay que ganar todos los torneos que se juegan mientras que en Banfield no, haciendo una campaña aceptable o ingresando en algún torneo internacional es suficiente.

–Con su llegada a Boca, ¿la Selección está más cerca?

–La Selección es el sueño de cualquier futbolista. Pero todo dependerá de que en Boca pueda mantener, e incluso mejorar, lo que hice hasta ahora.

Entrevista: Carlos Altea.