Estudiantes y River, los escoltas que marchan a cuatro puntos del líder Boca en el torneo Apertura, se enfrentarán hoy en el estadio Ciudad de La Plata con la necesidad de ganar para no quedar relegados en la lucha por el título, en uno de los dos adelantos que se jugarán por la decimoquinta fecha del campeonato. Este duelo será una final anticipada, en la que un eventual empate lo dejaría a Boca con más chances para adjudicarse el título.

River llega de la mejor manera al choque con los platenses. El equipo goleó en la fecha pasada 5-0 a San Lorenzo, y finalmente el entrenador Daniel Passarella parece haber encontrado el equipo. Passarella cambiaría de dibujo táctico, y pasaría a defender con cuatro hombres y no con tres, como lo hizo el último fin de semana. El técnico ubicaría a Fernando Belluschi como volante por derecha y Paulo Ferrari pasaría al sector izquierdo del mediocampo. A su vez, Víctor Zapata retrocedería a la posición de lateral izquierdo.

Por el lado de Estudiantes, las cosas no están tan claras, más allá de que el equipo lleva una gran racha de siete victorias consecutivas. El equipo platense no podrá contar con su figura, Juan Sebastián Verón, expulsado ante Vélez, ni con el delantero Mariano Pavone, por llegar a las cinco amonestaciones. Todavía falta saber si jugará Diego Galván, ya que si Estudiantes desea contar con el volante deberá abonar 100 mil pesos por una cláusula contractual con River.

Rodrigo Braña, quien volverá luego de cumplir la suspensión de dos fechas por ser expulsado ante Nueva Chicago, jugará por Verón y el atacante Pablo Lugüercio lo hará por Pavone. Si Galván no juega, Diego Simeone ubicará a Leandro Benítez por izquierda y Gonzalo Saucedo se repartirá el centro del campo con Braña.

En relación con este encuentro, para José Luis Calderón no hay nada más valioso que pensar y no perder la calma. “No hay que enloquecerse, porque si eso ocurre, irremediablemente se pierde. Después, es tarde para la revancha”, afirmó el delantero de Estudiantes. Calderón admitió que tenían una pequeña esperanza de que Gimnasia le ganara a Boca “pero no fue así, y los cuatro puntos de diferencia son muchos cuando restan quince por jugar. Pero habrá que tratar de ganar los cinco partidos que quedan y esperar un milagro. Se verá”.

El delantero se solidarizó con el plantel de Gimnasia por las amenazas recibidas de parte de barrabravas de ese club para que no le ganaran a Boca, porque de hacerlo habrían favorecido a Estudiantes.