Con su victoria del miércoles en Mar del Plata ante Atenas, Peñarol se convirtió en el primer equipo clasificado para los cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol y parece encaminado a convertirse en el conjunto de mejor record de la fase regular, con lo que tendría la ventaja de definir como local todas las series de play-offs hasta la final. Esta campaña, que lo tuvo como puntero a lo largo de toda la competencia y le posibilitó llegar a la final de la Copa Argentina y ganar el torneo Súper Ocho, determinó que la ciudad estuviera convulsionada con su representante, situación potenciada también por el buen presente de Quilmes, que marcha segundo. Hoy puede acercarse más a su objetivo cuando reciba a Quimsa.

Cuando le restan cinco encuentros para terminar la serie regular, Peñarol le lleva dos de ventaja a Quilmes, su archirrival de la ciudad, y tres a Libertad. Incluso, un eventual empate con su tradicional adversario lo favorece tras el histórico triunfo en el clásico por 31 puntos de hace una semana, por lo que su diferencia real son tres partidos. Precisamente, para Peñarol, los clásicos son uno de los atractivos de la temporada. Desde los dos primeros cruces en la pretemporada en la Copa Argentina, el conjunto de Carlos Romano se impuso en seis de los siete encuentros en que se enfrentaron. Y sobre todo, el último que, ante un Polideportivo completo con 6500 personas, se definió por paliza, justo cuando Quilmes tenía la chance de superarlo en la cima.

Para la gran campaña, el juego de Peñarol se basa en varias claves. Primero, consiguió un plantel con diez jugadores de buen nivel, lo que le permite al entrenador Romano rotar a sus piezas sin que la estructura se resienta. Luego, cuenta con la mejor pareja de extranjeros de la liga, con Jason Osborne y Josh Pittman. En el juego interior, goza con la actualidad del ala pivote Gabriel Mikulas, candidato a ser elegido como el mejor valor de la competencia. Y además, tiene jugadores muy identificados con el club, como el base Sebastián Rodríguez y el escolta Juan Manuel Locatelli o el propio Pittman, el máximo goleador histórico del equipo en la Liga Nacional.

Igual, no todas son buenas para el líder. Su gran campaña motivó que su público lo siguiera también de visitante. La semana pasada, en la victoria ante Obras, trajo más de 300 personas a Buenos Aires. Ante la pasividad policial, parte de la barra local –había barrabravas de Defensores de Belgrano– trató de invadir la tribuna visitante, lo que provocó violentos enfrentamientos entre los hinchas, con algunos lastimados. Y por esa razón, a los dos equipos les pueden descontar puntos, lo que llevaría al puntero a poner en riesgo su liderazgo bien ganado en la cancha.