La lluvia continuó ayer destruyendo toda esperanza en el Abierto de tenis de Francia, donde ni el suizo Roger Federer pudo salvarse del mal tiempo que obligó a cancelar o interrumpir 58 de los 65 partidos que debían disputarse. Roland Garros reaccionó a la lluvia programando un “día Mamut” para salvar las dos jornadas perdidas casi por completo.

El suizo Federer y el español Rafael Nadal son dos de los 164 jugadores que contempla el programa, que incluye partidos de 15 argentinos (ver aparte), 14 españoles y otros diez jugadores latinoamericanos, entre ellos los tres chilenos en el cuadro, los tres colombianos, el ecuatoriano Nicolás Lapentti, el peruano Luis Horna, la venezolana Milagros Sequera y el brasileño Marcos Daniel.

La organización sumó una cancha extra para intentar recuperar el tiempo perdido, aunque una parte del cuadro femenino quedó postergada para mañana. El pronóstico indica que el mal tiempo continuará durante la jornada de hoy. “No recuerdo un comienzo de Roland Garros con tiempo tan malo”, coincidían los más veteranos del lugar.

Federer tampoco. Cuando el suizo tenía su victoria encaminada ante el estadounidense Michael Russell, la lluvia determinó la tercera suspensión de juego de la jornada, en la que sólo se completaron siete de los encuentros programados.

La naturaleza no parece dispuesta a ayudar: según el servicio meteorológico, la capital francesa tendrá tormentas leves y sol hasta hoy y lluvias leves hasta el viernes. “¿París en primavera? Más bien parece Wimbledon en verano...”, ironizó ayer el diario británico The Independent tras el inicio pasado por agua, que obligó a estrellas como el español Rafael Nadal y la rusa Maria Sharapova a pagar 25 euros (más de cien pesos) por hora para practicar en las codiciadas ocho canchas techadas de un club privado cercano a Roland Garros, cuyo dueño es un argentino.

Federer, número uno del mundo, vencía 6-4, 4-1 a Russell en la cancha central cuando el agua comenzó a caer con intensidad y obligó a cubrir la cancha con una lona verde por tercera y ya última vez en el día. El Abierto de Francia estuvo suspendido ayer por tres horas en su inicio. Tras una hora y media de juego, la lluvia volvió a paralizar todo. La espera duró menos de una hora, pero el juego también. El domingo, primera jornada del torneo, sólo se disputaron siete de los 24 encuentros previstos. Ayer, con sólo siete de 65, el problema se agudizó para los organizadores, y el debate sobre la necesidad de un techo –con el que Australia cuenta y que Wimbledon tendrá en 2009– crece.

Entre los jugadores que estaban disputando sus partidos antes de la nueva aparición de la lluvia figuraban los españoles Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero, el argentino Martín Vasallo Argüello y Sequera. Robredo se encaminaba hacia el triunfo frente al argentino Sergio Roitman, ante el que servía 6-3, 6-4, 2-1, en tanto que Ferrero sacaba 3-4 ante el estadounidense Amer Delic. Vasallo Argüello aventaja por 6-3, 4-2 al colombiano Alejandro Falla y Sequera caía por 7-5 ante la francesa Virginie Razzano. El italiano Filippo Volandri derrotaba 6-3, 2-2 al chileno Paul Capdeville. Hoy todos deben regresar al polvo de ladrillo parisino. Si en vez de polvo naranja encuentran una lona verde, sabrán que un nuevo día pasado por agua se apoderó de Roland Garros.