Como es costumbre en los últimos años, David Nalbandian está instalado en las instancias finales de un torneo de Grand Slam. Su próximo rival será el número uno del mundo, el suizo Roger Federer. “Me gusta siempre jugar con Federer”, reconoció el cordobés. Y no es para menos. Nalbandian es uno de los pocos jugadores que aventaja al suizo en el historial.

Seis victorias contra cinco derrotas son un legado suficiente como para ilusionarse con alcanzar su primera final en Roland Garros y su segunda en torneos de Grand Slam (perdió en Wimbledon ante Lleyton Hewitt en 2002).

“Nos conocemos mucho. No va a ser fácil. Siempre que nos enfrentamos salen partidos muy buenos”, remarcó Nalbandian.

El recuerdo de su consagración en el Masters de Shangai 2005 todavía sigue vigente. En aquella oportunidad, el cordobés derrotó al suizo en el quinto set de una épica final, después de remontar una desventaja de dos sets. De todos modos, el último enfrentamiento entre ambos no da buenos presagios para Nalbandian. El unquillense perdió este año en las semifinales del Master Series de Roma sobre el polvo de ladrillo.

“Es la segunda vez que llego a las semis. Tengo más experiencia en esta superficie. Ahora me espera un partido muy complicado y de mucho desgaste físico”, aseguró, por su parte, Federer.

Nalbandian sigue firme en su camino hacia el título. “Trataré de jugar muy agresivo y estar siempre al ataque”, adelantó.