Más del 50 por ciento de los desocupados en los centros urbanos del país está concentrado en los partidos del Gran Buenos Aires. La tasa de desempleo en los aglomerados de más de medio millón de habitantes es del 12,1 por ciento, superando en tres puntos y medio a la que registran en conjunto los aglomerados de menos de 500 mil habitantes (8,6 por ciento). Algunas de las regiones más alejadas de los centros metropolitanos (Patagónica, Noreste y Cuyo) presentan tasas de desocupación sensiblemente más bajas que las que exhiben otras con mayor concentración poblacional (Gran Buenos Aires y Pampeana). Todos estos elementos, surgidos del informe detallado sobre el mercado de trabajo en el primer trimestre realizado por el Indec, estarían dando cuenta de un modelo de crecimiento “de afuera hacia adentro”. O, dicho de otro modo, de una distribución de los beneficios de la recuperación que tarda más en llegar (o llega en menor medida) a los grandes centros urbanos.

El informe del Indec, en base a los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares para el primer trimestre, arroja para el total de los 28 aglomerados urbanos una cifra de un millón 233 mil desocupados (sobre una población económicamente activa de casi 10,8 millones). De ese universo, 622 mil habitan en el conurbano bonaerense, donde la tasa de desempleo se eleva al 13,6 por ciento (contra el 11,4 a nivel del conjunto de aglomerados del país). Medido por regiones, entre el área metropolitana bonaerense y la región pampeana, acumulan un millón 27 mil desocupados: el 83,3 por ciento del total del país.

Si se observa lo que ocurre en los distintos aglomerados urbanos, según su cantidad de población, se verifica que en los ocho aglomerados de más de 500 mil habitantes se concentra el 85 por ciento de los desocupados reflejados en las encuestas del Indec. Los otros 20 aglomerados urbanos, con menos de 500 mil habitantes, reúnen el 15 por ciento restante de desempleados. En el conjunto de los primeros, la tasa de desempleo es del 12,1 por ciento, mientras que en los de menor población la misma tasa llega al 8,6.

Tres de los más importantes aglomerados urbanos son los que manifiestan los mayores problemas ocupacionales. En los partidos del Gran Buenos Aires, la desocupación alcanza al 13,6 por ciento y la subocupación, al 13,2, siendo el centro urbano más densamente poblado de los que mide el Indec (más de 9,6 millones de habitantes). En el Gran Rosario, el 14,6 por ciento de la población activa está sin empleo y el 8,1 se declara subocupado. En esta concentración urbana santafesina conviven más de 1,2 millón de habitantes. Finalmente, el tercer centro urbano con problemas críticos de empleo es el cordón del Gran Tucumán-Tafí Viejo (775 mil pobladores), donde el 13,4 por ciento de la población activa está desempleada y nada menos que el 15,3 por ciento se manifiesta subocupado.

En el otro extremo se ubican la Patagonia, Cuyo y el Noreste, en las que la desocupación se ubica entre el 7,1 y el 8,2 por ciento y la subocupación, del 4,6 al 9 por ciento. Con poca población, son regiones muy ligadas a cultivos y explotaciones muy específicos, que se valorizaron fuertemente al compás de la recuperación de los precios internacionales de las materias primas. A diferencia de los mayores centros urbanos, el repunte en los negocios, aunque concentrados, se dispersó rápidamente hacia el comercio y los servicios de las ciudades de estas regiones en las que se concentra la población.

En cambio, las principales concentraciones urbanas recibieron, a nivel del mercado laboral, un eco más apagado de la recuperación. Fueron, justamente, los sectores en los que se sufrió con más rigor –al menos, estadísticamente– la debacle neoliberal. Y donde hoy más cuesta construir sobre esas ruinas.