El campeón argentino de rally, el cordobés Federico Villagra, fue uno de los que vivió la odisea del avión “azul” y regresó a su provincia casi 36 horas después de haberse ido a correr 2,4 kilómetros. Así contó Villagra a Página/12 esa odisea: “El superespecial de River a mí me pareció, desde el punto de vista deportivo, muy bueno, con un circuito lindo para manejar. Pero no me gustó que no hubiera mucha gente en las tribunas, y habrá que analizar por qué sucedió. Porque es mucho lo que se arriesga para hacer un tramo tan corto en River: no creo que vuelva a correrse”, afirmó. “Estuvimos en Aeroparque desde las 21.30 del jueves hasta las 14 de ayer, más de 16 horas. En realidad, estuvimos un rato largo a bordo del avión: nos embarcaron pasada la 1 de la mañana, estuvimos esperando 45 minutos y despegamos. Pero no pudimos aterrizar en Córdoba y regresamos a Aeroparque a las 3.30. Yo me acomodé sobre unos sillones y dormí hasta las 7.30, hora en que nos dijeron que iba a salir el avión. Pero a esa hora llovía y había niebla en Córdoba y se fue postergando. A las 10, a las 11, a las 12.” Cuando al fin volvió a Córdoba, tras 31 horas para competir 2 minutos, “me fui a mi casa a pegarme una ducha –explicó– porque si no me quedaba dormido y sin correr en el Estadio Olímpico. Es que lo del jueves fue terrible: yo había arrancado el jueves a las 7 para tomar el vuelo a Buenos Aires, y hasta que llegó el momento del superespecial nadie sabía muy bien cómo era todo, tuvimos que buscar un lugar para comer, se hizo todo muy largo. Lo que nunca perdí, fueron las ganas de correr”.