El ministro de Economía, Amado Boudou, pasó nuevamente por el Senado para defender el uso de reservas para pagar los vencimientos de 2010. El funcionario afirmó que el Fondo de Desendeudamiento “es una herramienta más de la política económica que sirve para apuntalar la creación de empleo y el crecimiento productivo del país”. Además, el funcionario indicó que este año habrá un superávit comercial de 12.000 millones de dólares, “por lo que volverán a crecer las reservas”. Estas afirmaciones surgieron del debate que se dio ayer en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Economía, a cargo de Eric Calcagno y Laura Montero, respectivamente. Por su parte, la oposición señaló que la utilización de los fondos de libre disponibilidad del BCRA impactará en la inflación.

“Todo lo que puedan tomar del Central irá a parar a la emisión monetaria y a generar mayor inflación”, afirmó a Página/12 Laura Montero, titular de la Comisión de Economía del Senado, sin considerar la conocida opción de absorción de dinero por vías diferentes, como lo ha estado haciendo el BC desde hace varios años. Por otro lado, los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz apuntaron a una revisión del Presupuesto 2010 y afirmaron que el Ejecutivo subestimó los recursos dentro de la ley de leyes para utilizarlos de manera “discrecional”. En su momento, cuando se debatió el Presupuesto, la oposición sostenía que había sobreestimación de fondos porque consideraba que eran optimistas las proyecciones de Economía.

Por la tarde, participó del debate Miguel Pesce, vicepresidente del BCRA, junto a otros directores de la autoridad monetaria como Arnaldo Bocco y Sergio Chodos. Incluso hubo un panel donde estuvo el ex titular del BCRA, Martín Redrado, y los economistas Miguel Bein y Matías Kulfas (ver aparte). Hoy se volverá a reunir la Comisión de Presupuesto, sin la presencia de Economía, donde el FpV intentará avanzar en el dictamen.

El Senado comenzó a debatir en comisión el tratamiento de los cinco proyectos legislativos sobre el uso de reservas, presentados por Carlos Verna y María Higonet, Juan Carlos Romero y Adolfo Rodríguez Saá, José María Roldán y Josefina Meabe, Montero y Samuel Cabanchik. El oficialismo apuesta al proyecto presentado por Verna, cuya redacción es similar al DNU 298. Las otras iniciativas proponen la creación de un Fondo de Garantía como seguro para el pago de los vencimientos. Ayer, el ministro de Economía cuestionó los proyectos del abanico opositor. “Con una garantía no estaríamos llevando adelante un proceso de desendeudamiento. Tendríamos que buscar otras fuentes de financiamiento, que como no están en el Presupuesto, nos costarían una tasa de interés enorme. Además, tenemos antecedentes donde el uso de este tipo de garantías siempre fue un mal augurio. Cuando salió la ley de intangibilidad de los depósitos –una suerte de garantía de los mismos– fue la antesala de la desaparición de los depósitos”, aseveró Boudou. Por su parte, Pesce también cuestionó la idea de la oposición –que está en sintonía con lo que manifestó Redrado–. “Si hacemos una garantía, deberíamos hacerlo sobre toda la deuda argentina. Y ahí no hay reservas que alcancen”, informó el vicepresidente del BCRA a Página/12.

En el último mes y medio, el ministro de Economía asistió a diferentes comisiones, tanto de Diputados como de la Cámara alta. Ayer el tema principal debía ser el uso de reservas del Central. Sin embargo, las preguntas de los radicales apuntaron más al Presupuesto que al tema de la convocatoria. Lo que sucede es que en ese punto no hay tantos desencuentros. El propio Sanz reconoció durante el debate que la propuesta de Verna era la que más le interesaba.

El primero en arrancar con las preguntas fue el titular del partido radical. El senador quería saber cuál era la cartera de títulos públicos en mano de la Anses y otros organismos, cuánto se había pagado a partir de los decretos 297 y 298, más una serie de cuestionamientos referidos a las fuentes de financiamiento del Presupuesto 2010 y a la emisión monetaria.

Boudou comenzó a dar algunos números, como el monto total de las aplicaciones financieras (155.000 millones de pesos), la recuperación de fondos a partir del pago de las provincias por el PAF (6900 millones). Pero Sanz quería otra respuesta: “Al no estar explicitado en el Presupuesto cuáles son las fuentes financieras para los 58.000 millones de pesos de bache, que usted mismo reconoce, estoy tratando de encontrarlas, por eso las preguntas”, disparó Sanz apenas comenzó a escuchar las respuestas de Boudou, quien no dudó en mirar fijo a Miguel Angel Piche-tto, titular del bloque K, buscando algún tipo de apoyo.

“No puede ser que pongamos las reservas en el centro del debate y nos dispongamos a inmolar cualquier política de empleo, social, comercial, de tipo de cambio, en el altar de las reservas. Esto ya ocurrió y terminó mal. Nadie quiere revolear las reservas. Lo que buscamos es su mejor uso”, respondió el ministro.

El debate durante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Economía estuvo más emparentado a la discusión que estaba ocurriendo en ese mismo momento en la Cámara de Diputados –donde se aprobó un proyecto de resolución para que el Ejecutivo revea el Presupuesto– que al debate puntual de los proyectos de ley para el uso de reservas.

–¿Cuál es la nueva estimación que hacen de la recaudación para todo el año, porque ustedes estimaban crecer un 12 por ciento en el primer trimestre cuando en realidad se creció un 24 por ciento? –preguntó Morales.

–No vamos a cambiar por ahora las proyecciones del Presupuesto –respondió Boudou.

El Frente para la Victoria apoyará el proyecto de Verna. Para meter un poco de presión, el pampeano le reclamó al oficialismo que le gire el dinero adeudado a la provincia de La Pampa. Su pedido no fue inocente. Al lado suyo estaba el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, el responsable de realizar esas transferencias. Además, dentro de la negociación con el pampeano está la posibilidad de que no rechace el DNU 298, cuando sea el turno de su tratamiento. Hoy la Comisión de Presupuesto intentará avanzar con las negociaciones para alcanzar un dictamen.