La producción nacional de autos registró en mayo un incremento del 40 por ciento, con 59.723 unidades. Durante los primeros cinco meses del año, la producción ya superó las 241.000 unidades, 59 por ciento más que en el año pasado. Las ventas a concesionarios tuvieron en mayo un aumento del 7,3 por ciento en relación con abril, alcanzando a 53.589 vehículos. El total de ventas del período enero-mayo superó las 257.600 unidades (39,8 por ciento de crecimiento interanual). El presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), César Luis Ramírez Rojas, destacó los buenos resultados del sector, pero advirtió que las metas proyectadas para todo el año podrían verse comprometidas por “los cuellos de botella que ya comienzan a registrarse en el sector autopartista”. Para este año, se esperan vender aproximadamente 600.000 unidades.

La producción automotriz repuntó en mayo un 4,6 por ciento en relación con abril. De las 59.723 unidades fabricadas, si se desglosa por segmentos, los “utilitarios” repuntaron un 94,9 por ciento, cuando el año pasado habían tenido una fuerte caída. Por su parte, los vehículos pesados tuvieron un crecimiento interanual del 48,1 por ciento y los automóviles, un 26,4 por ciento.

Por otro lado, se exportaron en mayo 38.900 unidades, que representaron un 65,1 por ciento de la producción del mismo mes. Las ventas totales al exterior desde enero suman 146.731 unidades, cuyos principales destinos fueron Brasil (127.276 rodados), México (9389) y Uruguay (3672).

Desde 2003, la industria automotriz se convirtió en el empuje de la recuperación económica del país, debido a la integración de la cadena y su alto impacto en la generación de empleo. Para evitar los coletazos de la crisis internacional, desde el Ministerio de Trabajo se apuntaló la actividad para evitar despidos. Por un lado se implementaron los programas de recuperación productiva. A su vez, la Anses le otorgó un crédito a General Motors para que pudiera finalizar un nuevo modelo de auto. GM ya canceló la mitad de ese préstamo.

Más allá de los buenos resultados del sector, el titular de Adefa advirtió sobre un posible cuello de botella en el sector autopartista, pese a que “las terminales hemos destinado en el último quinquenio un 20 por ciento de las inversiones a capacitar y equipar a proveedores. Tenemos la oportunidad de asumir el desafío de alcanzar la escala global en condiciones de volumen, calidad y precios, y también profundizar el desarrollo local de componentes que actualmente se importan”, según afirmó Ramírez Rojas. A fines de abril, el Gobierno anunció un programa de desarrollo de las autopartistas. Adefa reclamó, además, que se apliquen “políticas públicas que garanticen el normal funcionamiento del sector”, hasta tanto se fortalezca el sector autopartista.