Domingo, 23 de diciembre de 2012 | Hoy
ECONOMíA › REPORTAJE A MERCEDES MARCó DEL PONT. DóLAR, BANCOS, CRéDITOS, BALANCE 2012 Y PERSPECTIVAS PARA EL NUEVO AñO
En reportaje con Página/12, la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, enfatiza que varias medidas del Gobierno implementadas desde 2010 fueron madurando y las que se sumaron este año permitieron a la economía argentina eludir situaciones traumáticas.
Por Alfredo Zaiat y Cristian Carrillo
“Si no hubiésemos tomado las medidas anticíclicas que se aplicaron en los últimos años, con el fallo del juez Griesa en el litigio con los fondos buitre y el fogoneo mediático para instalar pánico, el país hubiese entrado en crisis”, sentenció la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. En diálogo con Página/12 hace un balance de 2012 y analiza las proyecciones 2013. Ante la consulta de si la emisión de moneda genera inflación, afirma que “es el pensamiento más lineal y diría más simplificado y antiguo de la teoría monetarista”. Define que uno de los principales objetivos del año que va a comenzar es ganar la batalla de la obsesión por el dólar. “La podemos dar porque no tenemos problemas estructurales”, asegura, a la vez que descarta la posibilidad de modificar el nuevo sistema de administración de moneda extranjera. “Quien especula con esa alternativa, no entendió nada”, agrega. Según las estimaciones del Central, el año próximo registrará una sustancial mejora de la economía debido a favorables perspectivas de la cosecha y precios altos de los commodities, junto a la esperada recuperación de la economía brasileña. Sin embargo, advierte sobre la persistencia de la crisis en las potencias, en especial en Europa, por lo que adelanta que continuarán las presiones sobre las monedas de los denominados países emergentes.
–¿Cuál es la proyección del Banco Central para el año próximo?
–Esperamos un buen 2013, con un crecimiento de la actividad económica del 4,6 por ciento, una inversión que finalizará el año en 24 por ciento del PIB y un saldo positivo en el mercado de cambios de 12.500 millones de dólares, lo que va dar posibilidades de recomponer el stock de reservas, además de continuar con el pago de la deuda. Esto último permitirá seguir reduciendo el peso de la deuda en moneda extranjera en manos privadas sobre el PIB a un nivel de 7 a 8 por ciento. En este contexto vamos a priorizar también el aumento del crédito, para que sea equivalente al 17 por ciento del PBI, con mayor peso del financiamiento a la inversión.
–¿Qué espera de la situación económica de las potencias en crisis?
–El escenario internacional no va a mejorar significativamente. Por el contrario, prevemos un cuadro con enorme volatilidad e incertidumbre, con cierta recuperación de las economías asiáticas, en particular de China e India, pero también con una fuerte tendencia de estancamiento y/o caída en las economías europeas. Todo depende de cómo resuelva Estados Unidos su discusión en materia fiscal. También vemos que seguirán predominando las políticas de enorme holgura en la liquidez internacional, por lo tanto va a haber presiones apreciatorias sobre las economías emergentes.
–¿Y Brasil?
–Está exhibiendo una recuperación de su economía a partir de la maduración de una serie de políticas que viene tomando el gobierno de Dilma Rousseff, fundamentalmente las medidas de estímulo del gasto público y tributarias para promover la inversión privada. También encararon una fuerte reducción de la tasa de interés, que generó un giro positivo en el mercado de cambios brasileño. Todo lo que suponga decisiones que le permitan a Brasil crecer es buenísimo para la Argentina. No me preocupa tanto que Brasil devalúe como que no crezca. No sólo para Argentina, sino para toda la región.
–¿Cuál es el balance 2012 de la economía argentina?
–Este año fue mucho mejor de lo que se esperaba, teniendo en cuenta el contexto adverso que implicó la sequía y la desaceleración de Brasil en la primera parte del año. El soporte que tuvo la economía argentina, que fue el mercado interno, tuvo también que ver con la política monetaria.
–¿Por qué?
–Todas las decisiones que se tomaron en 2009 y 2010 fueron madurando y se están viendo ahora los frutos. Son políticas que hoy dan soporte al mercado interno, como la recuperación de las AFJP. No sólo por la mejora en las jubilaciones, sino por la posibilidad de contar con fondos para hacer inversiones y créditos con fines redistributivos, de forma de cumplir con el sistema con un rol anticíclico.
–¿Cuál es la evaluación del primer año del régimen de administración y control de divisas?
–Es útil para analizar en términos económicos y sociales hacer el ejercicio de pensar qué hubiera ocurrido con los fallos del juez Griesa en favor de los fondos buitre y cómo se fogoneó mediáticamente para intentar imponer pánico. Qué hubiera ocurrido en un país que no se hubiese desendeudado o no hubiese aplicado controles al ingreso de capitales especulativos, con recursos valorizándose dentro del país, o discutir el significado político, económico y cultural de pulsar por el dólar. Si no hubiéramos tomado todas estas decisiones, habríamos entrado en crisis. Justamente, por eso, el balance es absolutamente positivo.
–¿Cuál es la opción para volcar el excedente que antes iba a atesoramiento de dólares?
–Antes del nuevo régimen cambiario, calculamos que en los períodos de menor fuga de capitales unos 1000 millones de dólares mensuales se compraban en el mercado único y libre de cambios. Es un excedente económico enorme que puede ir a parar a instrumentos financieros y bursátiles de ahorro. En una economía que el año que viene va a seguir creciendo, hay un montón de recursos que todavía no tienen aplicación ni destino. Ha sido un dato muy positivo lo de YPF cómo reorientar el excedente con fines reproductivos. Para ninguna economía es bueno tener una masa de dinero fuera del circuito, en moneda extranjera. Hay que consolidar lo de YPF con otras empresas emblemáticas o de sectores que sean estratégicos.
–¿Cómo explica la expansión monetaria en este año?
–Fue toda creación endógena (a partir de demanda genuina de la actividad privada). Lo que más creció fue el crédito, y la mayor parte fue a empresas. A lo que se suma que desde el segundo semestre se generó por la línea de inversión productiva, con foco en las pymes. La porción mayoritaria de la expansión fue por el crédito, le siguió la compra de dólares y después la asistencia al sector público.
–Analistas de la city aseguran que los adelantos transitorios son una expansión monetaria que genera una importante base inflacionaria porque es dinero que el Tesoro nunca va a devolver.
–Los adelantos transitorios están planteados por ley. El Tesoro, en un contexto de crecimiento permanente de la economía, cuenta con un excedente que le permite devolverlos y volver a tomar prestado. Los adelantos transitorios se cancelan a los doce meses puntualmente. Y sobre el crecimiento de la base monetaria y de la recaudación el BCRA tiene capacidad adicional para seguir prestándole al Tesoro. Prestamos dentro de lo que le habilita la Carta Orgánica.
–¿Esa emisión no es inflacionaria?
–Esa interpretación hay que encuadrarla en una visión muy ortodoxa. Es el pensamiento más lineal, y diría más simplificado y antiguo, de la teoría monetarista. La causalidad es distinta: la creación de dinero acompaña el proceso de crecimiento y de remonetización de la economía. Del otro lado del mostrador hay un aumento de la demanda de dinero vinculada con esas dos situaciones.
–¿Qué provoca entonces los aumentos de precios?
–Si uno recorre la historia económica argentina, siempre estuvieron asociados más a factores del mercado de cambios que a factores que tengan que ver con la expansión de la cantidad de dinero. Esta es una de las cuestiones fundamentales que vemos desde el Banco Central. Por eso buscamos evitar volatilidades en el mercado de cambios. Un tema central en este asunto es la inversión para sustituir importaciones. Para pensar un sendero de estabilidad de precios de largo plazo.
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