Los transportistas de cereales levantaron ayer por la noche el lock-out patronal iniciado el lunes, luego de que las entidades del campo se comprometieran a pagar una tarifa de 63,6 pesos por tonelada transportada cada 300 kilómetros durante todo el año y no sólo durante la temporada de cosecha. Para garantizar el cumplimiento del acuerdo, los productores deberán enviar a partir de ahora una fotocopia de cada pago realizado a la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Carga (Catac), entidad que oficiará de controlador. El paro se hizo sentir en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa y amenazaba con poner en riesgo el abastecimiento de carne, pollos, lácteos, frutas y verduras durante los próximos días.

“Este acuerdo salvó a los empresarios del transporte y a sus familias, pues a partir de ahora deberán recibir como pago la tarifa oficial y no lo que aceptaba otorgar el contratista”, aseguró a Página/12 Ruben Agugliaro, titular de Catac. El acuerdo llegó luego de una extensa reunión llevada adelante en la AFIP de la que participaron el titular de esa dependencia, Alberto Abad, en carácter de “facilitador”, transportistas, representantes de la producción agropecuaria y acopiadores.

La medida de fuerza contaba con el apoyo del gremio de los camioneros y del titular de la CGT, Hugo Moyano, quien ayer salió a apoyar el reclamo empresario al afirmar que “es absolutamente legítimo”, porque “no se está pidiendo aumento sino que se cumpla con el pago de los fletes que tienen como referencia un valor en cada provincia”.

Los empresarios del transporte venían hace varios meses denunciando que los contratistas no cumplían con la tarifa acordada el año pasado y en lugar de pagar los 63,6 pesos llegaban a abonar “26 o 28 pesos por tonelada”. Según Catac, los camioneros aceptaban ese dinero, menor al acordado inicialmente, porque tenían temor de no conseguir trabajo si rechazaban la oferta. Para evitar esa situación, la elusión fiscal y la subfacturación se acordó “bancarizar el pago de los fletes”. Además, Catac oficiará de entidad controladora de los pagos, aunque aún no se definió cómo se implementará ese control.

“Esto no implica un aumento de tarifas para el productor”, aseguró ayer Angel Buso, integrante de la Catac por la localidad bonaerense de Chivilcoy. El transportista explicó que durante el año pasado “el productor pagaba los 63 pesos por tonelada, pero muchas veces era el acopiador quien luego le daba menos al transportista”.

El miércoles los contratistas rechazaron pagar la tarifa acordada durante todo el año y presentaron una contraoferta consistente en abonar los 63,6 pesos durante la temporada de cosecha y sólo el 80 por ciento de ese monto el resto del año, pero la propuesta fue rechazada por los transportistas quienes querían evitar las oscilaciones en el ingreso. Ayer, finalmente, cedieron debido a la presión. Como parte del acuerdo, transportistas y representantes del campo también se comprometieron a buscar un mecanismo para distribuir de manera equitativa las cargas en épocas de baja cosecha y delinear un programa de renovación del parque automotor para los próximos cuatro años.

Horas antes del acuerdo, el lock-out generó un enfrentamiento entre un grupo de camioneros que realizaron un “piquete” en la Ruta Nacional 9 de Córdoba y otros que querían pasar. El conflicto recién se superó luego de la intervención de la policía y de funcionarios de la provincia.